La educación superior del futuro pasa por poner la tecnología al servicio de todas las titulaciones universitarias, ha afirmado a Efe el catedrático de Economía Aplicada y uno de los redactores del Libro Blanco sobre Inteligencia Artificial, Andrés Pedreño.

La educación y la sociedad digital es uno de los aspectos que han centrado las IX Jornadas Futuro en Español, organizadas en Logroño por el Grupo Vocento, a través del diario La Rioja, y la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR). Pedreño, quien ha sido ponente de estas jornadas, ha explicado que la inteligencia artificial "puede ayudar a personalizar la educación y cambiar el modelo educativo de una manera revolucionaria", mediante la puesta al servicio de las titulaciones de las modernas herramientas de computación de datos.

Ha subrayado que "la universidad es una gran institución, casi milenaria, en la que, no solo en España, sino en casi todo el mundo, la tecnología ha avanzado muy poco"."Casi todos los sectores están registrando innovaciones que les hace cambiar la forma y el fondo y la educación no es una excepción", ha subrayado este economista, también presidente de la Asociación de Empresas Tecnológicas de Alicante.

Ante esta realidad, el primer cambio que debe producirse es poner la tecnología y el lenguaje del futuro al servicio de las distintas titulaciones y ramas del saber, según Pedreño, quien ha puesto como ejemplo la biología, una ciencia que genera big data -grandes volúmenes de datos- que, tratados con inteligencia artificial, suponen "una auténtica revolución y avances enormes en la medicina o la genética".

Ha recordado que la inteligencia artificial es "lo más parecido a la inteligencia humana en términos de software, algoritmos, máquinas que conversan como los humanos, sin todavía sobrepasar la inteligencia". Lo mismo ocurre, ha precisado, en otras ramas como la arquitectura, en la que la capacidad de diseñar y crear puede estar basada en inteligencia artificial; o en el periodismo, donde se utiliza, por ejemplo, para generar noticias económicas.

Desde esa perspectiva, "esas modernas herramientas de la computación pueden utilizarse para todas las titulaciones", ha detallado este especialista, quien cree que esta hibridación -tecnología aplicada a todas las ramas del saber- es "una línea de progreso".

Según se ha expuesto en estas jornadas, otro de los retos de la educación superior del futuro estriba en personalizar al alumno en todos los niveles educativos, desde Primaria a la universidad, y este es un cambio "absolutamente revolucionario", al que puede contribuir también la inteligencia artificial, ha indicado Pedreño.

La aplicación de estos cambios, ha dicho, "no es fácil y hay que equivocarse, pero hay que empezar, minimizando los riesgos e intentando maximizar los beneficios e ir progresando en pequeñas cosas" para, de manera progresiva, poder aplicarlo en aspectos más complejos de la educación, como puede ser la enseñanza de las matemáticas.

Ha señalado que la Universidad de Murcia ha introducido la inteligencia artificial en un aspecto menos complejo, como es la información automatizada de las nuevas titulaciones.

En la misma línea, el vicerrector de Transferencia y Tecnología de la UNIR, Daniel Burgos, ha defendido en estas jornadas que la infraestructura actual del sistema educativo español debe mejorar para que la ciencia del dato -el big data- sirva "de verdad" para aprender.

Se trata, ha indicado a Efe, de que "la ciencia del dato, la recuperación del dato y el análisis del dato sirva, de verdad, para aprender y enseñar mejor; y forme parte del aula, en cualquier nivel, especialmente el universitario".

Ha considerado que, en la actualidad, hay en España "un gran movimiento de educación abierta", que consiste en la utilización de recursos educativos libres en el aula de una manera integrada y en los programas académicos formales, lo que genera "muchísimo dato".

Es en este contexto en el que este experto en transferencia y tecnología educativa cree que el sistema educativo debe tener presente la ciencia del dato porque puede suponer un avance en la personalización de la educación, dado que el procesamiento de los datos permite extraer predicciones, plantear consejos o generar itinerarios de aprendizaje.

Otro de los intervinientes en estas jornadas, el vicerrector de Ordenación Académica y Profesorado de la UNIR, Rubén González, ha defendido avanzar hacia una nueva regulación normativa, en la que haya una menor distancia entre las necesidades de la empresa y la sociedad, sin obviar a la universidad, según ha detallado a Efe.

Ha precisado que la educación debe atender también las necesidades del mercado y que cada vez haya menos distancia entre las necesidades de la empresa y la sociedad, lo que exige también flexibilidad.