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Renuevan los juegos infantiles de parques y plazas y se rompen a los pocos días

Dos de los aparatos instalados en General Marvá y Padre Fontova apenas han durado una semana

Una niña se agarra a uno de los palos, ya reparado, en la avenida General Marvá. L. G. L.

Ni una semana. Los nuevos juegos infantiles instalados en varios parques de la ciudad se han roto a los pocos días de su instalación. Es lo que ha sucedido en los situados en la avenida General Marvá y la plaza Padre Fontova, en pleno corazón de San Blas.

El Ayuntamiento sacó a concurso la renovación de zonas de juegos infantiles, biosaludables y mobiliario urbano en una docena de zonas de Alicante. El presupuesto inicial: 536.700 euros.

Se presentaron seis empresas y la oferta más alta rozaba el importe de la licitación, (520.300 euros), mientras que la más baja era de 381.150 euros y fue rechazada por no poder justificar la baja temeraria. La adjudicataria, Galopin Playgrounds, que realizó una propuesta por 392.499 euros, sí justificó ante los técnicos el precio reducido.

El plazo de ejecución de los trabajos ha sido de cuatro meses y la empresa ha ido cambiando los juegos en varios parques. Columpios, aparatos para trepar, tiovivos, toboganes, balancines, túneles, cajones de arena y equipos para trepar muros y cuerdas componen el nuevo mobiliario.

En el parque de General Marvá se ha instalado un aparato para trepar y aguantar el equilibrio sujeto con cuerdas y en los dos extremos sendos palos con forma de lápiz. El caso es que a la semana de la apertura de la instalación, se soltó uno de los dos anclajes al suelo, de forma que, cuando un niño se subía, se balanceaba más de lo debido, con el consiguiente peligro.

Tuercas sueltas

El segundo caso ha tenido lugar en el barrio de San Blas, en la plaza Padre Fontova. Se trata de un juego parecido del que, en esta ocasión, se han desprendido las cuerdas de los lados. A ambos parques acudieron técnicos municipales, pero en el segundo también tuvieron que apretar las tuercas que unen toda la instalación porque no estaban lo suficientemente sujetas.

Padres que acuden a los parques muestran su indignación y sorpresa por esta situación. «Me parece increíble, ha estado el parque cerrado semanas para poner los nuevos juegos y, a la primera, se rompen», lamenta Nora L., que lleva a su hija de 5 años al de General Marvá.

Otro padre no entiende por qué se han cambiado los juegos. «Los niños disfrutaban mucho con los que había antes, eran toboganes cerrados y con un circuito; ahora, en cambio, son para que jueguen los más pequeños y, encima, de mala calidad ya que no es posible que porque un menor de 6 años le pegue un tirón a la cuerda se suelte el cable, no tiene tanta fuerza», sostiene Juan A., que vive en la misma plaza Padre Fontova y cuyo hijo está allí día sí día no.

Fuentes municipales, por su parte, aseguraron que cuando se detecta una rotura, ya sea por actos vandálicos o por el mal uso, los técnicos acuden a repararlo. Además, si es un problema en la instalación, se comunica la incidencia a la empresa, que tiene un año de plazo para solucionarlo.

Y en Juan Pablo II, «peleas» por conseguir un hueco en el tobogán

Y mientras se renuevan los juegos infantiles de varios parques de la ciudad, en otras zonas hay tan pocos aparatos que los niños tienen que hacerse fuertes para conseguir hueco en un tobogán o en un columpio. Es el caso del parque Juan Pablo II, en el PAU 1, donde las urbanizaciones crecen como setas mientras algunos servicios se mantienen.

Se da la circunstancia de que cientos de niños tienen en la glorieta un tobogán, tres columpios y dos balancines en los que jugar. «Antes había dos urbanizaciones, pero ahora rodeando la plaza hay seis y, claro, siguen los mismos juegos infantiles y esto es la guerra», sostiene Nieves A., que tiene un niño de 5 años.

«Solo pedimos que pongan más juegos», añade César O., padre de una pequeña de 3 años «que acaba llorando cada vez que vamos al parque porque no consigue subirse en el tobogán».

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