La innovación educativa y el futuro de la automoción han llevado al Instituto Leonardo Da Vinci de Alicante a implicarse en la fabricación del primer coche eléctrico que sale de sus aulas entre el alumnado de los ciclos de Formación Profesional.
Se trata de un prototipo muy similar al modelo de un coche de calle, con el que esperan competir en la próxima ecomaratón tanto a nivel nacional como europeo, tras haber conseguido este año el primer puesto de todos los institutos de España con el modelo anterior de gasolina, con el que lograron una media de 1.096 kilómetros en circuito con tan solo un litro de combustible.
«Tras el éxito obtenido hemos decidido pasarnos al coche eléctrico», explica el coordinador, Alfonso Escamilla. Se ha implicado todo el centro, desde su diseño hasta el último detalle del modelo, que tendrá el chasis de aluminio para que pese menos y la carrocería de fibra de carbono, aunque resulte más complicado de manejar.
La fabricación en sí implica ya un aprendizaje para el alumnado que estudia alguno de los ciclos de FP en Carrocería, Automoción y Electromecánica, y que maneja los materiales más innovadores para el automóvil, así como los sistemas anticontaminantes. No obstante desde el centro explican que todo esto resulta costoso y que si han podido empezar es gracias a la donación de empresas sin las que no podrían seguir adelante con sus solos recursos.
Los estudiantes de Secundaria y Bachillerato del mismo centro también apoyan el nacimiento del nuevo prototipo en las clases de Dibujo, donde van a diseñar pegatinas y los colores que deben predominar en el revolucionario automóvil. También han colaborado todos en el nombre con el que piensan bautizarle, «Musola» o escualo en su acepción en valenciano.
La decena de alumnos más involucrados que participan activamente en la competición, acuden las tardes de los jueves al centro, fuera del horario lectivo, para tratar de avanzar en su creación. «Gracias a estos proyectos hemos despertado el interés de varias promociones por las nuevas tecnologías, desde que empezamos a competir el año 2009». Nuevos materiales, respeto al medio ambiente y trabajo en equipo fortalecen la formación de un alumnado motivado con la competición.
