Las seis mujeres y tres hombres que forman el jurado popular del crimen de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de Caja Mediterráneo (CAM) Vicente Sala, romperán el aislamiento que mantienen desde ayer para deliberar la culpabilidad o no del único acusado si llegara a la jornada electoral del 10-N sin un veredicto.

A las 15 horas de ayer, jueves, los nueve jurados (más otro hombre y una mujer, suplentes) quedaron incomunicados y bajo estricta vigilancia de la Policía Nacional y seguirán así hasta decidir si el yerno de la víctima, Miguel López, efectuó en el lavadero del concesionario que dirigía los dos disparos en la cabeza que acabaron con la vida de Martínez poco antes de las 19 horas del 9 de diciembre de 2016.

Para evitar ser "contaminados" desde el exterior, los jurados han quedado recluidos en una de las salas del Palacio de Justicia de Alicante, en el barrio de Benalúa, donde estuvieron en la tarde de ayer y han vuelto a llegar sobre las 9 horas de hoy.

Allí encerrados protagonizan unas deliberaciones secretas para solo salir a comer o a un hotel a descansar a partir de las 20 horas, si antes no llegan a un veredicto, que sería de culpabilidad en caso de que siete de los nueve miembros así lo decreten o de exoneración si coinciden cinco votos.

Aunque la magistrada que dirige el proceso les ha dado un plazo inicial de dos días para decidir el futuro de López, es decir hasta el sábado a las 15, la Ley del Jurado prevé que en caso necesario pueda haber dos prórrogas más de 48 horas cada una (la primera hasta el lunes, y la segunda y última hasta el miércoles).

Fuentes judiciales consultadas por Efe han indicado que si se diera el hipotético caso de que la deliberación se prolonga hasta el domingo electoral, la magistrada presidenta del tribunal del jurado, Francisca Bru, garantizaría el derecho fundamental del ejercicio de sufragio.

Para ello, autorizaría a romper el aislamiento para que, acompañados de policías, cada miembro de jurado que quisiera se desplazara hasta su colegio electoral para depositar el voto antes de volver inmediatamente a la sala de deliberaciones.

Se da la circunstancia, además, de que el mismo Palacio de Justicia donde deliberan es uno de los colegios habilitados para abrir las urnas, y que ahí hay previstas ocho mesas electorales donde están citados para votar cientos de alicantinos.

Las deliberaciones terminarán cuando haya un veredicto, momento en el que se dará aviso a la magistrada presidenta del tribunal que, a su vez, convocará de urgencia a las partes, incluido el acusado López, para que en la sala del juicio y en audiencia pública escuchen de viva voz la determinación del jurado.

Para llegar a una decisión, los jurados deben responder con imparcialidad y "en conciencia" a las doce preguntas planteadas por la magistrada Bru que son 'objeto de veredicto', las cuales deben incluir una explicación "sucinta" para que, posteriormente, se pueda sustentar la sentencia del tribunal, en un caso en el que las acusaciones piden 24 años de cárcel para el único acusado.

El juicio por el crimen de María del Carmen Martínez ha despertado un gran interés mediático y se ha prolongado durante diecisiete sesiones, en las que han declarado más de una treintena de testigos, entre policías, peritos informáticos y médicos y empleados del concesionario donde ocurrió el asesinato y familiares del único acusado, casado con la hija menor de la víctima.