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Centros de Secundaria serán evaluados con rigor científico para mejorar la enseñanza

Una veintena de institutos integran un plan piloto externo a Educación para medir por primera vez los resultados tanto académicos como de funcionamiento y de los programas contra la violencia

Los institutos quieren adaptar su enseñanza al siglo XXI a partir de la medición de sus resultados actuales. PILAR CORTÉS

Al menos una veintena de institutos de Secundaria de la Comunidad se han ofrecido para formar parte de la primera evaluación con métodos científicos sobre los resultados de la enseñanza que imparten, así como de los planes de funcionamiento del centro, los programas contra la violencia, la práctica docente o su nivel de innovación educativa, entre otros aspectos claves hacia la búsqueda de los mayores índices de éxito.

La guía que va a actuar como marco para obtener una primera radiografía rigurosa sobre los resultados del proceso educativo en los institutos, se dio a conocer en el transcurso de las recientes XI jornadas de directores de Secundaria, en las que se puso de relevancia la necesidad de evaluar el funcionamiento de los centros para poder ofrecer una enseñanza acorde con el siglo XXI.

El proyecto, alentado desde la propia asociación de directores de la Comunidad, AdiesPV, se llevará cabo como plan piloto a partir de diciembre y los primeros resultados podrían conocerse este mismo curso, según explica el autor, Ernest Castelló, doctor en Ciencias de la Educación por la Universidad de Valencia y evaluador acreditado de la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad, EFQM, además de auditor y asesor ISO 9001.

«Para mejorar el sistema educativo hay que sabe de dónde se parte», apunta Castelló al tiempo que advierte que la autoevaluación de los centros es un imperativo tanto la ley educativa vigente como de la OCDE, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.

«A los directores ya se nos exige, cuando renovamos el proyecto, que desarrollemos cómo evaluamos el centro y los objetivos, y lo hacemos pero sin los instrumentos adecuados. El manual científico que se nos ha ofrecido gratuitamente resulta sencillo y ofrece resultados científicos para saber de dónde partimos y poder mejorar», subraya el presidente provincial del colectivo de los directores de institutos, Toni González Picornell. «Nos servirá para saber cuáles son los puntos débiles y los más fuertes, y aplicar las estrategias necesarias para mejorar o mantener lo que hacemos bien», añade.

Perfeccionar habilidades y competencias, para adaptarlas a los desafíos del siglo XXI frente a un sistema educativo organizado en el siglo XIX es el objetivo de evaluar enseñanza, tutorías, convivencia o aprendizaje, para mejorar tanto la calidad como el servicio educativo. «Con los resultados se podrán desarrollar programas educativos innovadores y mejorar los procesos educativos».

«Los resultados pueden concluir que aunque el rendimiento de los alumnos esté por debajo de la media, porque procedan de un barrio marginal, el proceso de enseñanza sea excelente y funcione mejor que un centro de alto nivel. Es muy importante que el profesorado sea consciente de esto y hasta el momento no se dispone de ninguna evaluación científica», concluye el autor.

Al margen de este proyecto, Educación negociará con los sindicatos el año que viene la normativa que desarrolla los reglamentos de funcionamiento de los centros y que incluye entre la nuevas medidas la evaluación. «Se va negociar en junta de portavoces y en las diferentes mesas. Cuando esté consensuado y se publique la normativa, estaremos en condiciones de saber cómo se hará la evaluación de los centros», señalan desde el departamento que dirige el conseller, Vicent Marzà, a peguntas de este diario.

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