El acuartelamiento «Alférez Rojas Navarrete» en Rabasa, sede del Mando de Operaciones Especiales (MOE), se ha convertido esta semana en la base de un puesto de mando de la Unidad Militar de Emergencias (UME) donde el Batallón de Transmisiones ha llevado a cabo un ejercicio para probar la respuesta de los sistemas de comunicaciones e información y su integración ante una catástrofe natural, siniestro que afecta a varias autonomías y obliga a declarar una situación de emergencia nacional.

Unos 120 efectivos y 40 vehículos de la UME, así como miembros de los servicios de emergencias de la Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias, han participado desde el lunes en este ejercicio, cuya finalidad era el adiestramiento en la configuración, despliegue, operación y administración de los sistemas CSI/TIC, de información y comunicaciones. El Batallón de Transmisiones que dirige el teniente coronel Alfredo Palacios ha liderado el ejercicio, en el que han confluido una oleada de incendios forestales en Canarias y un terremoto en la costa argelina que a su vez origina un tsunami que llega a las costas de la provincia de Alicante y de la Región de Murcia.

El puesto de mando de la UME se ha desplegado para coordinar y dirigir los planes territoriales y estatales en caso de catástrofes naturales como un seísmo e incendios forestales. El teniente coronel Palacios, que explicó ayer en Rabasa el ejercicio a responsables de las Fuerzas de Seguridad, Defensa y organismos implicados en las emergencias, señaló que el Batallón de Transmisiones proporciona en estas situaciones la coordinación área para evitar accidentes, capacidad de mando y control, apoyo de drones y el desarrollo de aplicaciones que permiten agilizar el flujo de información y facilitan el control de las personas desplegadas en las emergencias.

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La UME pone a prueba en Alicante sus comunicaciones

Al verse involucradas varias comunidades, se trata de comprobar la eficacia de los mecanismos de respuesta en materia de comunicaciones ante diversas situaciones y verificar su integración con los sistemas de la Unidad Militar de Emergencias.

Según el Ministerio de Defensa, el ejercicio es una oportunidad para «ejercitar y perfeccionar la coordinación» entre todos los organismos implicados a nivel de comunicaciones con el objetivo de «estar listos para responder con agilidad y eficacia a las necesidades de mando, control y coordinación de los elementos intervinientes en una emergencia».

La situación simulada por la UME ha consistido en ver la respuesta ante varios incendios en Canarias y un seísmo junto a las costas de Argelia de magnitud 7,5 grados en la escala de Richter y a 20 kilómetros de profundidad. Dicho terremoto se registra en la costa alicantina con una intensidad de nivel III y se produce una alerta de tsunami con olas de ocho metros de altura en las costas de Murcia y Comunidad Valenciana. Más de una hora después de la alerta comienzan a llegar las olas del tsunami al litoral alicantino y causan efectos violentos, sobre todo en Alicante, al coincidir dos olas simultáneas que inundan la ciudad y causan graves destrozos. Esta situación obliga a activar planes autonómicos y nacionales para hacer frente a la catástrofe y moviliza a la UME. La respuesta ha sido satisfactoria y todos confían en que nunca sea una realidad esta castástrofe.