La sociedad Avant echa andar. El Ministerio de Fomento acogió ayer la constitución del nuevo consejo de administración de la sociedad, que debe completar en los próximos diez años la integración del ferrocarril en Alicante, con la construcción de una estación intermodal que acoja todos los nodos de transporte de un gran parque central sobre los terrenos liberados de las vías. Por el Ayuntamiento de Alicante acudieron los ediles Mari Carmen de España (Fomento) y Adrián Santos (Urbanismo) y por el Consell, la secretaria de Obras Públicas, María Pérez. El parque central, la gran prioridad.

El compromiso es que a principios de 2020 comience la tramitación urbanística pero, una vez más, no se aclaró cómo se financiará la futura estación, ni cuál será su ubicación, lo que sigue dejando esta infraestructura en el limbo. Máxime cuando en el documento firmado por todas las partes -Fomento, Consell y Ayuntamiento de Alicante- queda claro que la estación se hará si se generan plusvalías. Opción complicada a no ser que al final se diera con un inversor privado dispuesto a financiar las obras a cambio de su gestión comercial.

Los ediles de Urbanismo, Adrián Santos, y de Fomento, Mari Carmen de España, mostraron su satisfacción por el «relanzamiento de los proyectos para el desarrollo del parque central de Alicante con la ratificación de la adenda en el Consejo de Administración de Avant. De España y Santos resaltaron, al finalizar la reunión, el compromiso alcanzado para reactivar la comisión técnica que impulse los proyectos pendientes en el inicio de 2020 tales como el soterramiento, la estación intermodal, el concurso de ideas y el desarrollo de la actuación integrada OI2», según informó el Ayuntamiento en un comunicado.

«En el consejo se ha mostrado la voluntad por todas las partes de reactivar los trabajos técnicos para avanzar en los proyectos pendientes, tras la ratificación de la adenda que modifica el convenio suscrito el 7 de mayo de 2003», señalaron los ediles. De España y Santos salieron de la reunión con una «impresión positiva y con la voluntad general así expresada de seguir trabajando en coordinación para llevar adelante en el menor tiempo posible el desarrollo del parque central con todos los proyectos para que Alicante pueda contar con una conexión ferroviaria e intermodal céntrica, y que este nuevo espacio ganado para la ciudad se convierta en un icono de referencia con un desarrollo urbanístico moderno, sostenible y de calidad».

El alcalde de Alicante, Luis Barcala firmó el pasado 4 de noviembre la adenda mediante la cual se comprometían las administraciones local, autonómica y estatal en el desarrollo del parque de Alicante y que garantiza, según el acuerdo adoptado en el anterior consejo de administración de Avant, las inversiones que se contemplaban desde un principio para que la ciudad de Alicante cuente en el futuro con una estación intermodal soterrada y el resto de proyectos ferroviarios comprometidos asociados al parque central. Inversiones que nadie ha cuantificado aún.

El Ayuntamiento asegura que con el acuerdo de Fomento a través de Adif, de la Generalitat y el Consistorio, y la ratificación de la adenda en el consejo de administración de Avant se retoma la hoja de ruta y se pone en marcha un calendario de actuaciones, que deberán concretarse en la comisión técnica y los grupos de trabajo que se van a reanudar, una vez comprometidas las inversiones para que Alicante cuente con un gran parque central, en la zona que ahora ocupan las vías, y una estación intermodal soterrada. Además de contemplarse futuras inversiones para eliminar el trazado de la vía férrea por la franja litoral y garantizarse con ello la conexión con el aeropuerto, con el puerto, además de mejorar las conexiones por cercanías con Murcia. Buena intenciones pero, de momento, sin apoyo económico concreto. Es más, todos los socios deberán endeudarse para iniciar el proyecto.

Adif y Adif Alta Velocidad han abonado ya a los bancos que habían prestado el dinero para arrancar en 2003 los importes pendientes cancelando la totalidad de la deuda vinculada a la obra, al tiempo que todos los socios financiarán ahora, en función de su cuota de participación accionarial, la urbanización y los costes operativos de la sociedad.