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El peligro regresa a Agua Amarga

La red metálica instalada en 2013 en la rotonda frente a la EUIPO para evitar más muertes presenta dos grandes agujeros oxidados por los que los vecinos suelen acceder a las calas adyacentes, cruzando las vías de este peligroso tramo del ferrocarril

Una persona cruza las vías frente a la valla de seguridad agujereada mientras circula un tren de cercanías. Rafa Arjones

Son las ocho de la tarde y unos jóvenes acceden a la calzada desde las vías del tren para incorporarse a la avenida de Elche. Ocurre en la rotonda cercana a la EUIPO. El apeadero del cercanías que une Alicante y Murcia queda muy lejos. ¿De dónde salen entonces? Lo hacen a través de uno de los dos agujeros oxidados que presenta la valla medio caída instalada en el año 2013 para evitar lo que parece inevitable: que los usuarios crucen la vía ferroviaria y corran peligro de muerte. Una advertencia que en ese tramo no salta a la vista y que ha costado la vida de 8 personas en los últimos 20 años.

Entre 2002 y 2018 se sucedieron las muertes de una pareja de jóvenes,un pescador, tres excursionistas y una chica, que atravesaron el peligroso tramo de la vía con un resultado mortal. La última, una mujer en el año 2018.

Hace cinco años, tras la tragedia del joven que murió arrollado junto a su pareja, se valló precisamente la parte de la glorieta que da a las vías. Y en 2015 Adif instaló una gran valla de 2.500 metros de longitud. Hoy, la red metálica de seguridad se cae a pedazos. Pero lo más llamativo son dos agujeros de tamaño considerable: uno en una esquina y otro detrás de la parada de autobús, que utilizan algunos usuarios para saltar la plataforma ferroviaria y alcanzar las calas adyacentes. Los boquetes abiertos en la red permiten el paso con solo inclinarse. Se trata de un punto de acceso frecuente, en el que se pueden ver residuos como botellas, bolsas y restos de comida. Así, ubicados a pie de calle, en uno de los puntos con más siniestralidad peatonal de la ciudad, suponen el riesgo por falta de mantenimiento. Asimismo, la instalación de la valla no estuvo exenta de polémica.

Polémica

Y es que el tramo del vallado finaliza solo a unos metros de donde ocurrió el atropello mortal de la pareja de jóvenes que originó su instalación. Ahí comienza una fila de biondas que carecen de valla. Otro punto inseguro por el que se puede saltar fácilmente y acceder al camino que recorre la carretera hacia Elche.

Por su parte desde el Consistorio no pudieron ofrecer una respuesta sobre este problema al ser fin de semana y corresponder a los técnicos su valoración. Estas tragedias parecen haber quedado lejanas en la memoria de aquellos que arriesgan sus vidas para pescar, beber en la orilla de una tranquila cala o pasear. Si bien es cierto que los vecinos demandan desde hace años infraestructuras que conecten ambos lados de la avenida de Elche hacia las calas de la zona, salvando las vías ferroviarias para evitar el peligro, sin éxito.

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