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El técnico relegado por el fiasco de las luces de Navidad exige limpiar «su honor»

El funcionario, apartado tras la polémica por el retraso en el alumbrado navideño, defiende su gestión en un escrito registrado en el Ayuntamiento

El edil de Fiestas, Manuel Jiménez, y el alcalde, Luis Barcala, en el encendido del árbol de la Plaza del Ayuntamiento.

El funcionario responsable del contrato del alumbrado de fiestas de Navidad, Carnaval y Hogueras, que fue recientemente apartado de sus funciones por el bipartito tras la polémica por el retraso en la iluminación navideña, exige al alcalde de Alicante, Luis Barcala (PP), que restituya su «honor».

Lo reclama oficialmente a través de un escrito registrado en el Ayuntamiento de Alicante, al que ha tenido acceso este diario, en el que defiende su gestión al frente del contrato y en el que subraya que su destitución como responsable del pliego «atenta» contra su «honor» y su «reputación», ya que, a su juicio, el gobierno local ha dirigido sobre él toda la «responsabilidad de lo sucedido», es decir, del fiasco del alumbrado en esta pasada Navidad. El técnico niega que, por su parte, hubiera «dejadez o falta de profesionalidad».

Por eso, y a través de un documento recientemente registrado, pide a Barcala que «corrija públicamente la versión que se ha trasladado» al destituirlo como responsable del contrato. Y no solo eso, sino que el funcionario anuncia que puede ir más allá, deslizando posibles acciones legales si finalmente el alcalde no restituye su honor. «Le solicito que haga justicia [...], de no obtenerla no me quedaría otra salida que proceder en mi defensa en la forma que se me aconseje», añade el funcionario de la Concejalía de Fiestas y Ocupación de la Vía Pública (dirigida por el popular Manuel Jiménez), quien lamenta que tuviera que enterarse por los medios (la noticia oficial le llegó una semana después) de que la Junta de Gobierno había decidido, por la vía de urgencia, destituirlo como responsable técnico del contrato.

Según la propuesta de acuerdo firmada por el concejal Jiménez, el cese se justificó en que así el técnico podía centrar su labor en la unidad a la que pertenece, «equilibrando de esta manera las necesidades municipales en el ámbito de la gestión del Servicio de Fiestas y Ocupación de Vía Pública». Ese cambio se adoptó el 10 de diciembre, cinco días después de la fecha anunciada para la puesta en marcha del alumbrado y cuatro días después de que se firmase el contrato con el único licitador. Entonces, el bipartito apostó por nombrar como nuevo responsable al jefe del departamento técnico de Alumbrado, adscrito a Infraestructuras, área que tiene al frente al popular José Ramón González, a su vez anterior responsable político del contrato durante su año al frente de Fiestas.

En el documento, el técnico encargado del pliego de iluminación durante los últimos años justifica su actuación a lo largo del proceso que arrancó en la recta final del primer semestre del pasado 2019, además de destacar los cambios que introdujo en el actual pliego para mejorarlo, derivando la responsabilidad del fiasco del alumbrado a la Concejalía de Comercio (en alusión al pasado mandato bajo la dirección de la popular Marisa Gayo), al parón político motivado por las elecciones municipales y al contratista, al que acusa de puentearlo con otros técnicos municipales y de condicionar la firma del contrato a que el Ayuntamiento hiciera frente a una deuda de unos 70.000 euros adquirida con su empresa y que está pendiente de resolución judicial. Además, el funcionario también acusa al área de Infraestructuras, desde la que a partir de ahora se controlará el contrato, de «suplantar sus funciones» en el proceso.

Fines electoralistas

Según el técnico, el contrato echó a andar cuando se conoció el presupuesto (las cuentas de 2019 se aprobaron definitivamente en el mes de abril). El 5 de mayo, según relata, Comercio remitió sus propuestas, que excedían en un 50% la partida presupuestaria, por lo que hubo que ajustarlo. El funcionario también relata en su escrito los «serios problemas» para que la adjudicataria cumpliera con la documentación exigida, lo que obligó a ampliar el plazo de forma excepcional. En su explicación, el técnico asegura que también tuvo «conocimiento» de la inauguración inicial del alumbrado, fechado finalmente para el 10 de diciembre, por «los medios». Por eso concluye que desde Infraestructuras «se ha suplantado desde el primer momento al responsable del contrato, incluso con fecha anterior al anuncio del cese».

Por otro lado, en el escrito se sugiere además que Barcala no anunció el pliego de condiciones en tiempo y forma (se cerró apenas seis días antes de las elecciones del 26-M) porque se había producido una «merma» económica respecto a lo previsto.

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