Punto Final al juicio contra el ex alcalde de Alicante y Gabriel Echávarri por presunta prevaricación por el despido como trabajadora interina del Ayuntamiento de Catalina Rodríguez, cuñada de Luis Barcala. El juicio ha quedado visto para sentencia después de los interrogatorios a la afectada, del entonces concejal de cultura, Daniel Simón, y de la jefa de servicio del área de Cultura.

En sus conclusiones, el fiscal asegura que a Catalina Rodríguez "se le podía cesar pero no era obligatorio", además de recalcar que Echávarri no echó a Catalina Rodríguez, sino a la cuñada de Barcala, por venganza, con un motivo espurio". Para el representante del ministerio público, despedir a la cuñada de Barcala, "con prisas", "no era la mejor forma de empezar a regularizar la situación de los interinos".

Por su parte, el abogado del exalcalde, José Díaz, ha recalcado que "no se puede castigar por el delito de prevaricación administrativa por haber tomado una resolución legal", en alusión al despido de la cuñada, que finalmente fue remitida a petición del pleno. El letrado ha hecho alusión a los testimonios del primer día de juicio de los funcionarios del área de Recursos Humanos, que describieron como "causal legal de libro" el despido de la funcionaria interina.

La jornada ha arrancado con la declaración de Catalina Rodríguez. La cuñada de Barcala ha asegurado que se quedó en "estado de shock" cuando conoció su cese y ha asegurado que tanto el concejal de Cultura como la jefa del servicio le dijeron que había sido "por venganza" contra su cuñado, el entonces portavoz del PP en la oposición, que había denunciado a Echávarri en Fiscalía por el fraccionamiento de contratos en comercio. Por su parte, la responsable técnica de Cultura ha señalado que ella no dijo "el motivo" cuando informó del despido a Catalina Rodríguez. Además, ha defendido que la presencia de la interina en Cultura era necesaria, una opinión también compartida por el entonces concejal del área, que ha protagonizado un tenso interrogatorio al pretender en todo momento remitirse a lo que declaró en fase de instrucción.

Primera jornada

En la primera sesión del juicio, el exalcalde socialista Gabriel Echávarri defendió ayer, de nuevo, la legalidad del despido de Catalina Rodríguez, funcionaria interina del Ayuntamiento de Alicante y, a su vez, cuñada del entonces portavoz del PP y hoy alcalde de Alicante, Luis Barcala. El socialista Echávarri aseguró que el cese cumplía la legalidad y que lo impulsó a mediados de 2017, según su declaración, por temor a más posibles denuncias, ya que los populares acababan de denunciarle ante Fiscalía por el fraccionamiento de contratos en Comercio, por el que finalmente Echávarri fue condenado por prevaricación a finales de 2019.

"No fue una venganza, los sindicatos decían que había gente en situación irregular. De ellos, había dos o tres que estaban en una situación manifiestamente irregular. Había que empezar por alguien, no he hecho nada en contra de los técnicos. Tomé la decisión -prosiguió el exdirigente socialista- porque me asusté por si podían denunciar por tener a personal en el Ayuntamiento de forma irregular (tras la denuncia inicial del PP por el caso Comercio) y me confundí porque hice que se vinculara el despido con una venganza. Tomé una medida justa y se convirtió en otra cosa. Hoy ella sigue trabajando y yo estoy aquí [siendo juzgado]. Si hubiera sido mi cuñada y no la hubiese echado, también estaría aquí por permitir una situación ilegal", señaló el socialista en sus respuestas al fiscal. Ayer, frente a su actitud en el juicio del Caso Comercio, sí contestó a las preguntas del Ministerio Público, representado en esta ocasión en José Llor.

En una tensa declaración ante el fiscal, Echávarri defendió la legalidad del despido (que finalmente se revocó a petición del Pleno), además de insistir en que la cuestión a tratar no debe ser la falta de personal en el Ayuntamiento sino si el despido de la funcionaria interina era o no legal. En torno a esa legalidad se preguntó en la sesión a los técnicos citados como testigos, que confirmaron la legalidad del cese, aunque cuestionaron el procedimiento, por "extraño", según recalcó un técnico de Recursos Humanos. "Los ceses puntuales son extraños, había una vehemencia y unas prisas que no eran normales, pero nadie va a hacer un decreto de despido si no existe causa legal. La causa legal era de libro, había motivos para su cese. El alcalde me dio la instrucción del despido, me dio un papel con el nombre de la funcionaria", añadió el técnico Savino Pardines, quien subrayó que el alcalde no le explicó el motivo del cese cuando le dio la orden de activar el despido de la cuñada de Barcala.

Otra técnico de Recursos Humanos, Ana Gutiérrez, compartió con su compañero que despidos como el que provocó la causa a juzgar contra Echávarri no son habituales, aunque confirmó que había "motivo legal" para el cese porque la funcionaria había sido contratada como interina para la apertura del MACA y las Cigarreras y entonces estaba desempeñando su labor en otras dependencias municipales, como la sala de exposiciones de la Lonja.

Por último, los testimonios de técnicos del Ayuntamiento concluyeron en la primera sesión con la declaración de la abogada Ana Barrachina, quien insistió en que había "causa de cese", subrayando que "no se podía mantener ese contrato". "Un interino sin cargo a plaza no debe trabajar para otras cuestiones al margen de por las que fue contratada", recalcó la letrada municipal, quien desveló que Echávarri pretendía firmar el decreto de cese, pero que ella le alertó que no podía, que el despido lo debía rubricar el concejal de Recursos Humanos, Carlos Giménez, (que estaba de vacaciones) o en su ausencia el primer teniente de alcalde.

El cuarto testigo del día, el primero en responder al fiscal y al abogado de Echávarri, fue el entonces concejal socialista, quien explicó cómo el alcalde le llamó para decir que "había que despedir" a la cuñada de Barcala. "Yo estaba de vacaciones en Santander. Me dijo que como quería hacerlo de manera inmediata ya se encargaba él. El alcalde tomó la iniciativa. A mi vuelta al Ayuntamiento, yo no vi ningún expediente, me fié de él. Luego hablé con los técnicos y me dijeron que el despido era legal", declaró el entonces edil de Recursos Humanos.

El juicio al exalcalde socialista de Alicante Gabriel Echávarri por el despido como interina del Ayuntamiento de la cuñada del entonces líder de la oposición y actual alcalde, Luis Barcala (PP), ha arrancado esta mañana en la Audiencia Provincial. Está previsto que la vista se prolongue dos dias: hoy y mañana jueves. El socialista Echávarri ha llegado a las dependencias judiciales, acompañado por su abogado y su mujer, también letrada, cinco minutos antes de las 10:00 de la mañana, hora fijada para el inicio de la vista oral. A su entrada, Echávarri ha anunciado que no hará declaraciones ni hoy ni mañana.

Se trata del segundo juicio al que se somete como acusado Echávarri, después del que hace apenas tres meses fuera condenado a ocho años y medio de inhabilitación para cargo público por el fraccionamiento de contratos en el área de Comercio del Ayuntamiento en su etapa como alcalde de Alicante.

En el juicio que hoy ha empezado no hay acusaciones particulares y la fiscalía le acusa de un supuesto delito de prevaricación, por el que pide diez años de inhabilitación por el despido en abril de 2017 cuando la cuñada del dirigente del PP estaba contratada como interina en la Concejalía de Cultura, que coincidió con la decisión del entonces líder de la oposición y hoy alcalde de llevar a Fiscalía el supuesto fraccionamiento de contratos.

El fiscal sostiene en su relato que el 18 de abril de 2017 Echávarri decidió despedir a la cuñada de Barcala, que estaba contratada como interina en el Ayuntamiento de Alicante, "como represalia por la denuncia que esa misma mañana se había interpuesto contra él en la Fiscalía por parte del PP". Catalina Rodríguez fue contratada como interina sin cargo a plaza el 8 de noviembre de 2010 con ocasión de la puesta en marcha del MACA (Museo de Arte Contemporáneo de Alicante) y Las Cigarreras. Cuando fue despedida (inmediatamente fue readmitida a petición del Pleno), se dedicaba a exposiciones en el Centro de las Artes y en la Lonja del Pescado.