Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Una treintena de personas comienzan a ser tratadas con la pastilla que previene el VIH

El usuario debe pasar por controles periódicos para descartar que sufra enfermedades de transmisión sexual y prevenir efectos secundarios

Una médico del servicio de Farmacia del Hospital General de Elche muestra la Prep. antonio amorós

Un total de 32 personas en la provincia de Alicante están siendo ya tratadas con la Profilaxis Preexposición (Prep), la primera pastilla que previene la infección por VIH. Un tratamiento que llevaban años reclamando las asociaciones como una herramienta más para prevenir los contagios. La Prep se dispensa en las farmacias de los hospitales y quienes las reciben deben pasar por unos exhaustivos controles. El protocolo establecido por el ministerio para suministrar la Prep, conlleva la realización de una prueba rápida de VIH para determinar si existe o no infección. Además, se realiza una analítica completa para detectar otras Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS), además de hepatitis. También pruebas de riñón para comprobar que el fármaco es bien tolerado. Estas pruebas se repiten cada tres meses, hasta cumplir el año de tratamiento, cuando se complementan con otros estudios más completos, que incluyen pruebas de hígado y analíticas de orina.

En la ciudad de Alicante, el Centro de Información y Prevención del Sida, Cips, es el encargado de prescribir este fármaco y ya lo ha hecho a nueve personas, mientras que otras once permanecen a la espera de distintas pruebas. «A todas las personas que vienen a pedir esta pastilla les insistimos en que, aunque la tomen, no dejen de usar el condón, ya que previene del contagio del VIH, pero no del resto de enfermedades de transmisión sexual», señala Josefina Belda, jefa de servicio del Cips. Otro aspecto importante es que debe tomarse a diario para que haga efecto. «Es como una pastilla anticonceptiva, añade Belda, debe haber el suficiente medicamento en sangre para que sea efectivo».

La Consulta de Salud Sexual del Hospital General de Elche ya dispensa la Prep a 23 pacientes, según la doctora Mar Masiá, jefa de la unidad. El centro ilicitano fue el primero de la provincia en suministrar este medicamento, y cada viernes atiende a los pacientes que la demandan, independientemente de que pertenezcan a su departamento o no. Ayer mismo, iniciaron el tratamiento en cuatro nuevos pacientes.

A las pruebas habituales que se hacen a todos las personas que reciben el tratamiento, el Hospital General de Elche suma otras específicas, como la toma de una muestra genital y anal del usuario para realizar pruebas en profundidad.

Las pruebas en este centro duran apenas media hora y, al finalizar, el paciente sale del hospital con las pastillas necesarias durante tres meses, el tiempo establecido entre revisiones para controlar la eficacia del tratamiento y que no hay otras ITS. El resultado de las pruebas llega tras 24 o 48 horas y se comunica por teléfono para que, si no hay ninguna anomalía, el usuario no tenga que volver», señala la doctora Masiá.

El hecho de ser el primer centro de la provincia en suministrarla, desde finales de noviembre, ha atraído a pacientes de «muchas localidades, incluso desde la provincia de Valencia». La mayoría de usuarios no la había probado antes pero «sí hemos tenido algún caso de gente que la adquiría a través de internet y, por seguridad, ha decidido adquirirla con control médico, que es como se debe tomar», concluye Masiá.

La Prep está indicada para hombres que tienen sexo con hombres y personas transexuales VIH negativas que cumplan dos criterios de una lista, entre los que figuran haber tenido más de 10 parejas sexuales en el último año, práctica de sexo anal sin protección, uso de drogas durante las relaciones sexuales sin protección o haber tenido una ETS en el último año, además de trabajadoras del sexo.

«La usaré para ir a fiestas sexuales. Hoy nadie lleva un preservativo encima»

Un usuario señala que se decidió a utilizar la Prep para poder disfrutar del sexo con seguridad y sin limitaciones

«Cuando me quedé soltero, después de estar muchos años en pareja, me di cuenta de que hoy en día nadie lleva un preservativo encima, sobre todo los millennials, no lo usan. Yo viví la pandemia de SIDA cuando eran joven. En los 90 todos llevábamos uno, pero actualmente, si quieres llevar una vida sexualmente activa, tomar la profilaxis preexposición es una protección más que recomendable, porque al final todos estamos expuestos a una práctica de riesgo». Así cuenta David (nombre ficticio para preservar su intimidad), por qué decidió adherirse al tratamiento cuando el Hospital General de Elche comenzó a suministrarlo, siendo el primero en la provincia de Alicante.

A sus 50 años, y tras mucho tiempo en pareja, comenzó a disfrutar de su sexualidad de una forma diferente. «A veces voy a fiestas donde participamos en las relaciones sexuales siete u ocho personas, ves que algunos deciden asumir riesgos, otros se han hecho con la Prep a través de internet, es muy común», añade. «Conozco a gente que la compra online, pero ahí no sabes qué te estás tomando y en el hospital no solo te la dan, con la seguridad médica, sino que te hacen chequeos cada tres meses del resto de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)».

Además, aunque el tratamiento habitual pasa por tomar una pastilla al día, «en mi caso, y dado que la usaré solo puntualmente cuando vaya a una fiesta sexual o sepa que vaya a tener una práctica de riesgo, me han recomendado que tome dos pastillas el mismo día que vaya a tener relaciones, hasta dos horas antes, otra al día siguiente, y otra más al siguiente», evitando así tomar el medicamento todos los días.

Tras su experiencia en el Hospital General, «recomiendo a todo aquél que vaya a tener prácticas de riesgo de forma habitual que acuda a esta consulta. Lo mejor es el trato humano, no te sientes juzgado en ningún momento».

Sobre el rechazo social que pueda generar esta pastilla, señala que «habrá quien se pregunte por qué deben dar esta pastilla para poder follar tranquilo, en lugar de usar preservativo. Son las mismas preguntas que se hacían en su día sobre la píldora, y que hoy ya nadie se hace», por lo que anima a «romper con la vergüenza y, si se necesita, pedirla».

Compartir el artículo

stats