n El atasco que sufren los centros sociales en la ciudad de Alicante está provocando que las familias que quieren tramitar las ayudas de la ley de dependencia tengan que armarse de paciencia para recibir las ayudas, ya que acumulan hasta dos años de demora, según se informa en los centros sociales. Para el caso de la renta valenciana de inclusión, una ayuda dirigida a aquellas familias que han agotado todas las ayudas, la espera supera el año.

Desde hace unos años son los centros sociales de las ciudades los encargados de tramitar estas ayudas, tarea que antes se hacía desde Valencia. Un trabajo añadido que no ha ido acompañado, según denuncian las plataformas sociales, del aumento de plantilla necesario. El resultado son trabajadores sociales quemados, que se dedican a rellenar papeles y no pueden ocuparse de hacer una correcta valoración de las situaciones por las que atraviesan las familias y un seguimiento de los casos.

La plataforma Marea Roja asegura que en la ciudad de Alicante son 5.000 los expedientes de la renta valenciana de inclusión atascados en los centros sociales, una cifra que desde el Ayuntamiento rebajaban a finales de año a cerca de 1.500, pero que sin duda irá en aumento en los próximos meses. La Conselleria de Igualdad culpa al consistorio de esta demora y señala que el plazo medio para tramitar las ayudas en los centros sociales roza el año, frente a los dos meses que registra la conselleria.

Por otro lado, la renta valenciana de inclusión sólo beneficia al 3,1% de la población bajo el umbral de la pobreza, como se desprende de un informe elaborado por la Asociación estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales. En este sentido, la Comunidad Valenciana es la tercera por la cola en cobertura de este tipo de ayudas. Sólo están peor Andalucía (1,8%) y Castilla La Mancha (1,6%).