Las obras de reforma de la plaza de Palmeretes que se iniciarán en abril incluirán la apertura y rehabilitación del refugio antiaéreo de la Guerra Civil situado bajo este enclave, inventariado como el número 36 de los 94 que hay en todo Alicante. En una primera intervención se accederá al búnker, se valorará su estado de conservación, se extraerá el escombro, se harán las reparaciones mínimas necesarias y se instalará alumbrado provisional. El plazo para que se pueda ser visitar dependerá de su conservación: si es buena, la apertura al público puede llegar a ser incluso inmediata, pero si necesita muchas mejoras entrará en otra fase, en la que será necesario hacer un proyecto de rehabilitación integral, que se iría ya a 2021.

La primera fase de recuperación de este refugio se incluyó como mejora en la licitación de las obras de reforma de la plaza que acometerá el área de Infraestructuras. Esta intervención será paralela a la rehabilitación y apertura al público de otros cinco refugios antiaéreos en la zona Edusi por 280.000 euros en una actuación impulsada, en este caso, por las Concejalías de Cultura y Coordinación de Proyectos.

Con el proyecto de recuperación del refugio de la plaza de Castellón, que está tapado aunque se sabe dónde están sus dos entradas, se atiende la demanda de la asociación de vecinos Carolines Baixes-Les Palmeretes, que reclama su apertura y que sea declarado Bien de Interés Cultural, tal y como han pedido públicamente con actos y colocación de carteles. Los otros cinco refugios en los que se intervendrá en los próximos meses son los de Marqués de Molins, Mercado Central, Tabacalera, Marvá y Músico Enrique Tordera. A estos tres últimos ya se ha accedido, no así a los dos primeros, aunque hay documentación sobre la localización de las galerías. En el caso de Marqués de Molins es un refugio subterráneo tipo galería excavado en la tierra arcillosa de la ladera de Monte Tossal, mientras en el del Mercado se ampliarán los trabajos de búsqueda para llegar a su ubicación concreta en la planta inferior del recinto de abastos.

Con estas actuaciones, el Ayuntamiento pretende poner estas infraestructuras de protección de la población en caso de bombardeos de la Guerra Civil a disposición del público para visitas guiadas y actividades culturales. Estos refugios se sumarán a los que ya abiertos en las plazas de Séneca y Balmis.

Según explicó el jefe del departamento de Memoria Histórica, Pablo Rosser, cuando el Ayuntamiento elaboró el proyecto para la Edusi de la recuperación de la memoria, fueron inventariados 30 refugios antiaéreos entre los dos castillos, una amplia zona que va desde Marvá a casi el Pla, y desde Alfonso el Sabio hasta el monte Tossal, aunque «no todos los vamos a abrir ni todos están bien conservados». Además, se queda para una fase posterior de trabajos el refugio de Padre Mariana «porque se usó, cuando se hizo el refugio, una antigua canalización para extraer agua de la fuente de la Fuensanta, que es donde bebía Alicante desde la época musulmana hasta el siglo XIX, y queremos rehabilitarlo con esas dos funciones. Como es más laborioso lo sacamos de esta fase e irá a una tercera más adelante».

En todos estos refugios se habilitarán las dos entradas que tenían para que cuenten con salida de emergencia ya que «esto facilita mucho las visitas», en la línea del ubicado en la plaza de Séneca. Es la línea que se sigue salvo en Balmis, donde no fue posible hacer dos accesos, de ahí que sólo entren grupos reducidos. A todos se les dotará de accesibilidad para personas con movilidad reducida y de rieles con fines expositivos.