Los técnicos municipales concluyen que el vertido que obligó a cerrar la playa del Postiguet tras el paso del temporal «Gloria», hace casi dos semanas, procedía de un antiguo oleoducto que conectaba la refinería La Británica, que en su día estuvo ubicada en el entorno de la Cantera, y el puerto de Alicante. Ésta es la conclusión a la que han llegado los expertos del Ayuntamiento, según han confirmado a este diario fuentes municipales, tras investigar la procedencia del hidrocarburo que forzó a cortar el acceso a una playa que se vio afectada por un temporal que iba acompañada de intensas rachas de viento. La teoría que manejan los técnicos, según fuentes del área de Medio Ambiente, es que el líquido permanecía dentro de la conducción, que debió romperse por efecto de la borrasca que atizó la costa durante días.
En plena tormenta «Gloria», el Ayuntamiento informó del cierre de la playa «tras detectar un vertido de origen desconocido, investigado por la Policía Local». El fuerte olor a gasoil alertó a los servicios municipales de Seguridad, que tras acudir al lugar y comprobar la existencia del vertido ordenaron el cierre de una playa a la que durante días no se pudo acceder ni al arenal. En un primer momento se especuló que el líquido podía proceder de un antiguo depósito, aunque los técnicos, según fuentes municipales, aseguran que finalmente el vertido tuvo su origen en una conducción entre La Británica y el puerto.
La histórica refinería se puso en marcha a finales del siglo XIX, en una zona que previamente había acogido una antigua fundición de metal, según explican desde Alicante Vivo. La Británica estaba situada en dos niveles en la montaña, con depósitos de grandes dimensiones y naves industriales. Según las mismas fuentes, también se construyó un embarcadero que fue arrasado por un temporal en los años veinte del pasado siglo. La empresa llegó a abastecer más de la mitad del mercado de petróleo a nivel nacional.
Localizado el problema en el Postiguet hace unos diez días, el gobierno local solicitó permiso a Costas, perteneciente al Ministerio de Transición Ecológica, para realizar «catas», que fue concedido de inmediato. En breve, se espera que los expertos procedan a realizar las actuaciones técnicas para, una vez descubierto de donde procedía el vertido, determinar la solución, es decir, qué medidas tomar en función de la dimensión que se detecte «in situ».
