La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica ha intensificado los tratamientos contra la procesionaria del pino durante los últimos días ante la previsión de un incremento de las temperaturas.

En un comunicado, la Conselleria ha explicado que se están realizando tratamientos manuales, principalmente de corta de bolsones y tratamientos bolsón a bolsón con mochila, en zonas en las que se han recibido avisos de presencia de colonias durante las últimas semanas, tanto por agentes medioambientales como por particulares. En los montes de Alicante, el Benacantil y el Tossal, así como en espacios con pinos como el Clot de Galvany y la sierra de Santa Pola han bajado al suelo y se observan en algunos puntos las características filas de orugas en procesión, que son peligrosas para las personas ya que provocan urticarias y para las mascotas. De hecho, en los montes de Alicante las personas que pasean a sus perros ya adoptan precauciones.

La procesionaria del pino es un insecto autóctono únicamente presente en los pinares mediterráneos. Con estas medidas se pretende mantener al insecto por debajo de niveles tolerables, que eviten alergias a las personas y permitan la recuperación de la cubierta arbórea, castigada por otros factores.

Al principio del invierno, en alrededor de 200 hectáreas se realizaron tratamientos manuales y mediante pulverizador hidroneumático en las masas con mayor presencia en la zona litoral y prelitoral (aproximadamente 282 kilómetros a ambos lados de pistas, caminos forestales y áreas recreativas).

En otoño también se retiraron puestas en masas de baja altura, mientras que en las zonas altas del interior de la Comunidad se desarrollaron los mismos trabajos de tratamiento manual.

Además, durante el verano se colocaron un total de 4.933 trampas de feromona de confusión sexual con las que se han capturado mariposas de procesionaria del pino.

Según las mismas fuentes, en los últimos años se han colocado nidales para el fomento de las aves insectívoras (alrededor de un millar de cajas nido), como un método adicional de control de las poblaciones de insectos en aquellos montes que, por la juventud del arbolado, carecen de huecos que sirvan de refugio a estas aves.

Estos insectos suelen provocar urticarias tanto a las personas como a los animales domésticos, por lo que la Conselleria ha recomendado extremar la precaución en los pinares en los que se observen nidos de invierno de la procesionaria durante las próximas semanas.