Uno de cada diez jóvenes asegura haber sufrido acoso escolar, según la asociación Save the Children. Un problema que puede encontrar en la inteligencia artificial una posible solución para detectarlo y erradicarlo a tiempo.

Investigadores de la Universidad de Alicante están trabajando en el desarrollo de una herramienta que, analizando el comportamiento de un joven en las redes sociales -por ejemplo con los comentarios que hace a publicaciones o el contenido que sube o comparte- permita detectar si ese chico está sufriendo una situación de acoso escolar. Y al contrario, los investigadores también quieren rastrear las redes sociales en busca de posibles perfiles de acosadores.

El catedrático Patricio Martínez Barco coordina la investigación desde el Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos de la Escuela Superior Politécnica de la Universidad de Alicante. En un primer momento el proyecto, que arrancó en el año 2018, se centró en rastrear los mensajes que se escriben en las redes sociales en busca de frases que puedan inducir que está habiendo una situación de maltrato. «Pero vimos que en muchas ocasiones se escriben insultos de broma, por eso hemos querido dar un paso más porque nos dimos cuenta que solo con capturar el texto no basta», señala Martínez Barco.

Así, los investigadores han querido ahondar en el entorno psicológico en que se producen estas situaciones. La persona que sufre el acoso tiene un sentimiento depresivo y eso se puede detectar a través de su actividad en las redes sociales. Y al contrario, el acosador se mueve en un ambiente de euforia que también deja un rastro evidente en las redes sociales. El proyecto también busca ampliarse a otro tipo de plataformas muy usadas actualmente por los jóvenes, como el WhatsApp.

En este sentido, la app en la que trabajan los investigadores de la Universidad de Alicante puede estudiar los mensajes que se lanzan en las redes sociales, evaluar cuál es la condición psicológica de la persona, valorar si hay una situación de acoso y lanzar la voz de alarma a los padres.

Y no solo eso, añade Patricio Martínez, «queremos que el propio afectado pueda ser advertido de la situación de riesgo, porque a veces, por su edad, no son muy conscientes del riesgo». Y al contrario, «la finalidad del proyecto también es la de advertir a los acosadores de su actitud».

El objetivo es que la app tenga varios niveles, en función de su privacidad, y pueda ir dirigida a los padres y también a los profesores, «con la posibilidad incluso de bloquear a un usuario que esté acosando a otro». La doctora en Criminología Beatriz Botella está trabajando en estos momento en el perfil psicológico de víctimas y acosadores. «El objetivo es que después una máquina reconozca estos perfiles mediante técnicas de inteligencia artificial». El proyecto ha recibido financiación por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología y de la Generalitat Valenciana.