«Vamos a abrir una línea de trabajo para que los alumnos de FP tengan más fácil convalidar créditos cuando quieren entrar en la Universidad y también que los universitarios puedan convalidar sus estudios si quieren cursar ciclos formativos de grado superior. De esta forma tendremos una estructura de formación de calidad y excelencia», aseguró ayer el director general de Formación Profesional de la Generalitat, Manuel Gomicia.

Para el responsable de la FP «la universidad también es formación profesional y el bloque debe ir en todos los sentidos. Un graduado puede necesitar en un momento determinado formación de ciclos superiores y hay que facilitarlo porque puede mejorar su empleabilidad. Debe ser un sistema flexible, tiene que haber un modelo de intercambio que facilite la formación y que se adapte a la sociedad», explicó Gomicia.

El director general participó ayer en las XV Jornadas de FP del IES Canastell, donde anunció las líneas maestras de lo que será la Formación Profesional del futuro. A las jornadas acudieron también desde representantes de institutos y universidades al director adjunto de la Sociedad Proyectos Temáticos de la Comunidad Valenciana, Rufino Selva, el general Raimundo Rodríguez Roca, jefe del MOE de Rabasa, y la secretaria general de CC OO l' Alacantí, Consuelo Navarro, entre otros.

Gomicia anunció que su departamento ya ha consensuado con Labora (antiguo Servef) el modelo de los consejos territoriales que esperan tener funcionando para el mes de junio. Estos consejos que abarcarán más o menos las comarcas de la Comunidad definirán el mapa de la FP. En ellos participarán empresas, sindicatos y centros educativos. «El objetivo es crear un mapa escolar con los tipos de familias profesionales desde la óptica del territorio. Hay centros cercanos, de los más de 300 que imparten FP en la Comunidad, que dan los mismos ciclos mientras que otros no se ofertan aunque la pida el empresariado», precisó. «Parte del mundo empresarial ya está en la industria 4.0 y la idea es incluir a todos en los consejos territoriales para que nos den una visión de futuro para saber hacia dónde hay que ir», afirmó. «La nueva FP debe ser flexible y adaptarse a las necesidades del entorno económico», sentenció Gomicia.

Además, el departamento de Gomicia colaborará con sus homónimos del País Vasco para lograr aquí un «modelo innovador» tanto en la formación del profesorado en empresas como en la formación que se imparte a los alumnos porque «los que están estudiando ciclos ahora necesitarán entre cuatro y cinco competencias clave para poder desarrollar una vida profesional que se prevé cambiante y una de ellas es la competencia personal y social que cada vez demandan más las empresas».

La inserción laboral de los alumnos que salen de FP es superior al 60% y el fracaso se reduce a un 10%. Para abundar en esta línea todos los agentes sociales que acudieron ayer a las jornadas apostaron por colaborar con los centros que imparten esta formación.

Selva indicó que en Distrito Digital, donde ya están instaladas 80 empresas, «se abren posibilidades de empleabilidad y de prácticas para los alumnos». El responsable de los talleres de FGV en El Campello, Francisco José Trinidad, también confió en que se puedan abrir «líneas de colaboración».

El jefe del MOE agradeció las facilidades del IES Canastell en la formación a sus subordinados y recordó que «una parte de los profesionales del Ejército acaba su carrera militar a los 45 años, por lo que es importante formar al personal para cuando pasen a la vida civil». El alcalde de San Vicente, Jesús Villar, destacó que «la FP es el camino directo al primer empleo y debería ser complementaria a la Universidad». Por su parte, el representante de los directores de Secundaria de la Comunidad, Toni González Picornell, reclamó «más autonomía de los centros, más financiación y más libertad de acción», así como un modelo «menos encorsetado, que se adapte a la realidad de los centros y del mercado laboral».