Suspendidas las clases para la totalidad del alumnado en la Comunidad Valenciana desde el lunes y por tiempo indefinido. Así lo anunció el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tras una nueva reunión de la mesa de coordinación interdepartamental que aprobó la medida propuesta por la Conselleria de Educación.

La suspensión de las clases se extiende desde los niños de 0 a 3 años en escuelas infantiles, hasta los universitarios, pasando por colegios, institutos, escuelas de idiomas, de adultos y conservatorios y no se descarta que se prolongue hasta coincidir con las vacaciones de Semana Santa.

En la provincia de Alicante, en centros tanto públicos como concertados, suman algo más de 355.000 el total de niños y jóvenes que desde el lunes no pueden acudir a los centros educativos como medida de contención frente a la propagación del coronavirus. La medida adoptada por el Consell se suma a la de otra docena de autonomías, aunque en otros casos se ha fijado la vuelta a clase inicialmente en quince días. «Cerrar los colegios es cerrar una parte del país, pero es el momento. Teníamos las instrucciones por escrito para los diversos escenarios y se las haremos llegar a los centros», precisó el conseller.

La decisión incluye la obligatoriedad del profesorado de acudir a su respectivo centro educativo aunque deja en manos de la dirección de los centros que los profesores puedan trabajar desde casa online. La asistencia de los docentes a su puesto de trabajo provocó las primeras protestas sindicales. «No tienen sentido mantener a los profesores en los centros pudiendo trabajar telemáticamente desde casa», lamentan desde la formación mayoritaria, STEPV, que también lo considera un peligro para la salud de los docentes.

Con mayor nivel de indignación, el sindicato CSIF califica la medida como una «irresponsabilidad» y «contraria a la disciplina social» a la que había apelado el propio president Puig. Opinan que también se contradice con las recomendaciones generales de facilitar el teletrabajo y la conciliación laboral, y culpa al Consell de «exponer a la pandemia» al personal docente y administrativo.

Tanto el STEPV como CSIF habían reclamado por la mañana a la Conselleria de Educación que suspendiera quince días las clases en toda la Comunidad como medida preventiva, teniendo en cuenta que en Valencia y en Castellón la próxima semana es no lectiva por sus respectivas fiestas de Fallas y La Magdalena, de forma que solo se tendría que prorrogar otra semana en estos casos y hacerlo extensivo a Alicante.

También padres de alumnos de los centros de Educación Especial, a preguntas de este diario, habían expresado su preocupación porque los centros escolares siguieran abiertos, dado que estos niños, al menos en el caso del centro Santo Ángel de Alicante, padecen en su mayoría problemas respiratorios serios, por lo que temían que si se prolongaban las clases y no disminuía la propagación del virus, aumentaría el peligro de que pudieran infectarse.

La Escuela Europea de Alicante, que sigue las directrices del resto de escuelas europeas, se adelantó a la decisión del Consell a primera hora de la tarde comunicando a las familias la decisión de cerrar el centro a los alumnos también desde el próximo lunes pero con fecha final el día 29, quince días durante los que las clases se impartirán «a distancia», como precisan textualmente.

La Universidad CEU Cardenal Herrera (UCH) suspende las clases desde hoy viernes, en el campus de Elche y seguirán online.