Atrapados en Italia. Así se quedó una pareja de alicantinos que tras pasar unos días de turismo en Roma y Florencia y con el billete de vuelta comprado para regresar ayer en un vuelo Roma-Alicante a las 19.20 horas escucharon el martes el anuncio de que se suspendían los vuelos con Italia por orden del Gobierno para contener el coronavirus.

«Fue un momento de pánico» reconoce la alicantina, que prefiere no dar su nombre. «Estábamos en Florencia y nos dirigimos al Consulado donde se limitaron a darnos un formulario que ahora es necesario rellenar en el que justificas por qué te mueves de una zona a otra del país», cuenta.

«Iberia colapsada, Ryanair igual y pensamos que lo más importante era cruzar la frontera a Francia, ya que no había restricciones de volar de Francia a España», explica. Pero se toparon con otro problema. Ninguno de los dos se había llevado el carné de conducir a su viaje.

«Así que volvimos al hotel y fueron ellos los que nos ayudaron mucho a movilizarnos, de manera que a las 17.30 salíamos en un monovolumen con conductor hacia Niza, y antes pudimos comprar un vuelo de Iberia Madrid-Alicante», relata.

Aún así no las tenían todas consigo porque temían que les pararan en la frontera y no les dejaran pasar. Pero no fue así y consiguieron llegar a las doce de la medianoche del martes al miércoles a Niza y encontrar un hotel cercano al aeropuerto.

Ayer por la mañana, a las 9 horas, ya estaban en el aeropuerto de Niza para coger el vuelo a Madrid, que tomaron a las 12 horas. Y desde allí otro hacia Alicante, donde aterrizaron ayer por la tarde.

Esta pareja decidió viajar la semana pasada a Roma como tenían planeado desde hacía meses, pensando que la crisis del coronavirus estaba localizada en el norte del país. Pero al agravarse la situación en Italia, con un incremento del número de casos y al mismo tiempo ir en aumento los casos en España la situación cambió.

No obstante, critican el Gobierno de Pedro Sánchez, la improvisación en la toma de medidas. «Decidir cerrar la entrada de vuelos de un día para otro no es de recibo, mucha gente se ha quedado tirada», lamenta esta alicantina.

Su estancia en Roma fue «más o menos normal, aunque con mucha menos gente. Tomamos ciertas precauciones, pero vamos sí que pudimos entrar en la basílica de San Pedro, en varias iglesias y pasear por las calles». Ya en Florencia, donde llegaron el domingo, la situación empeoró. «El Gobierno italiano sacó un decreto por el que todos los lugares públicos, como museos e iglesias, permanecerán cerrados al menos hasta el 3 de abril», indica. «El lunes ya te obligaban por decreto a mantener una distancia de un metro entre personas, así que en los restaurantes nos sentaban respetando las distancias y en las tiendas te atendían con bastante distancia», añade.

«Nosotros íbamos con el gel desinfectante y nos lo hemos puesto muy a menudo, pero tal y como está la situación en cuanto lleguemos a Alicante nos quedamos en cuarentena, que esperamos pasar con tranquilidad», esperan.

El viaje planeado de esta pareja alicantina se ha tornado en una verdadera odisea y en una aventura que tardarán en olvidar.