El alcalde de Alicante, Luis Barcala, considera que "dadas las circunstancias es prácticamente imposible que se pueda celebrar la romería de la Santa Faz, a no ser que se produzca un cambio radical de la situación", en alusión a la evolución de los casos de infección por Covid-19 y las medidas de aislamiento que se están tomando a nivel del todo el territorio español. Más de 300.000 personas participan cada año en la Peregrina, que este año es el 23 de abril, por lo que es un acto multitudinario con estrecho contacto de personas que van caminando desde Alicante y otros lugares, compartiendo actos religiosos y lúdicos durante todo el día. Desde esta tarde, el camarín se ha cerrado ya a las visitas y nadie puede ir a ver la Reliquia por la seguridad de las monjas que la custodian y de los propios fieles.

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Sobre la celebración de la romería no se ha tomado una decisión oficial de momento dado que aún queda tiempo y los esfuerzos se están centrando en disponer los medios municipales para atender las situaciones de emergencia pero "lamentablemente todo lleva a pensar que es muy improbable que este año podamos reeditar la tradición de acudir a la Santa Faz". La Feria de Abril de Sevilla, que coincide en fechas con la Santa Faz, ya está suspendida.

El concejal de Fiestas, Manuel Jiménez, apunta que en todo caso sería un aplazamiento, no una suspensión, y que se buscaría una nueva fecha de acuerdo con el Cabildo catedralicio. El Ayuntamiento y el Cabildo son los patronos de la Santa Faz.

Justamente hoy se conmemora el 531 aniversario del Milagro de la Lágrima, cuando del Sagrado Lienzo brotó una lágrima durante una rogativa para que lloviera. Esta tarde, a las 17.30 horas, se celebra una misa en el monasterio conmemorativa del acontecimiento, que se espera sin apenas público por el riesgo del Covid-19. Finalmente será a puerta cerrada, solo las monjas de clausura y el sacerdote, tras las recientes indicaciones del Obispado de suprimir la presencia de público en los oficios.

Será el primer acto oficial religioso de las nuevas hermanas que custodian la Reliquia, las monjas de la Sangre. Tanto las hermanas como el capellán instaron ayer a los alicantinos a colocar pañuelos, cuadros y todo tipo de objetos relacionados con la Santa Faz en ventanas y balcones para invocar su protección frente a la pandemia.