Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CORONAVIRUS

La Generalitat compra material médico a China al margen del Gobierno

El Consell negocia directamente con proveedores asiáticos de respiradores y mascarillas ante la «insuficiente» ayuda del ministerio

La Generalitat compra material médico a China al margen del Gobierno

«Operación Ruta de la Seda». El jefe del Consell, Ximo Puig, se atrevió ayer incluso a bautizar la maniobra puesta en marcha en las últimas horas con el objetivo de lograr que la Comunidad Valenciana tenga abierta su propia pasarela comercial con China para garantizarse el suministro de material médico, y que los sanitarios valencianos estén bien pertrechados antes de que llegue el pico de contagios pro el coronavirus, que ya se ha cobrado 69 vidas en la Comunidad y comienza a llenar las UCI de los hospitales de la autonomía.

Puig compareció ayer para dar cuenta de la última hora de la crisis, después de que por la mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, trasladara a los presidente autonómicos que el estado de alarma se alarga otros 15 días. Puig exhibió lealtad institucional, respaldando la ampliación de esta cuarentena, pero dejó claro que, pese a la centralización de las competencias, la Generalitat no va a permanecer pasiva y a la espera. El envío de material sanitario por parte del ministerio es «muy insuficiente», sentenció. En las últimas horas, de hecho, el jefe del Consell ha estado negociando con empresarios chinos y confía en que, tan pronto como este martes, puedan llegar a València dos aviones cargados con material médico: mascarillas, batas, respiradores para la UCI.

Pese a que la situación valenciana está muy lejos del colapso sanitario que vive Madrid, la Generalitat está tratando de anticiparse, con la preparación de hospitales de campaña y la llegada de suministros, ante la inminente llegada del pico de contagios, una auténtica prueba de estrés para el sistema hospitalario. Habrá que ver, en todo caso, si la jugada llega a buen puerto. Otras comunidades han tratado de importar su propio material, lo que ha provocado más de un encontronazo entre administraciones. Madrid acusó al Gobierno de requisarle material que había comprado.

El Ministerio de Sanidad salió ayer al paso de las críticas de diferentes autonomías, recordando el envío de mascarillas este fin de semana; en el caso de la Comunidad Valenciana, son 278.308 desde el inicio de la crisis. Durante su intervención, Puig dejó claro que ahora mismo la obsesión de la Generalitat es tratar de ser lo más autosuficiente posible. De ahí las gestiones con el gigante asiático («Ahora todos miramos a China», dijo) y con otros países europeos.

Producción local

Del mismo modo, Puig agradeció y animó a los empresarios del sector textil valenciano, a los institutos tecnológicos o a empresas cosméticas a reinventarse, dentro de la actual parada de producción, para «proveernos de un servicio estable». Empresas del sector textil están haciendo pruebas para fabricar mascarillas que sean homologables. Puig agradeció también las aportaciones de gel por parte de empresas valencianas.

La falta de suministros no fue la única critica velada al Gobierno. En materia económica, el presidente pidió recursos para poder pagar sus deudas con empresas y proveedores. «Necesitamos recursos y una financiación adecuada del Estado a las comunidades», dijo. Tener la financiación correspondiente permitiría a la Generalitat aliviar «mucho» la tensión de tesorería de esas empresas, por lo que reclama el adelanto del 50% de la liquidación de 2018 y la aprobación de las cuantías del FLA ordinario y extraordinario. En este contexto, el Consell se va a ver en la obligación de modificar «seguro» el presupuesto de 2020.

Al margen de esto, Puig pidió endurecer las medidas de confinamiento para hacerlo más efectivo. ¿Cómo? El jefe del Consell lanzó una batería de propuestas: Reforzar los controles de cumplimiento, reducción del transporte público, limitar algunas actividades económicas no esenciales, aplazar actividades de construcción que no sean necesarias, potenciar el teletrabajo, racionalizar mejor el movimiento ciudadano [controlando incluso las salidas para hacer la compra, solo las necesarias, apuntó], estudiar el uso de mascarillas permanente por la calle o aislar a las personas contagiadas. «Si hay que tomar decisiones más radicales, ahora mejor que en 15 días», dijo.

Compartir el artículo

stats