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CORONAVIRUS

Vecinos alertan a Cáritas y Cruz Roja de los problemas de mayores que viven solos

Voluntarios de las ONG llaman por teléfono a todos los usuarios que ya tenían «controlados» para comprobar su situación en el confinamiento, llevarles comida y medicamentos

Voluntarios de Cruz Roja hacen la compra para usuarios. información

Son los más vulnerables de una crisis sanitaria sin precedentes. Las personas mayores que viven solas, muchas de ellas enfermas o impedidas, carecen en muchas ocasiones de los recursos para hacer frente al estado de alarma forzado por el Covid-19. Por eso, tanto Cáritas como Cruz Roja se están «reinventando» y aprovechando los recursos de los que ya disponían antes de la irrupción de la pandemia para atenderles.

Más de 86.000 personas mayores de 65 años viven solas en la provincia de Alicante y aunque no todas ellas necesitan ayuda, un elevado número acusan ahora más que nunca la soledad y los achaques.

En Cruz Roja realizan un seguimiento a todos los usuarios del servicio de teleasistencia, unos 22.000 en la provincia, para conocer su situación y prestar ayuda en caso de que sea necesario. «Muchos de ellos se ven ahora en dificultades para conseguir alimentos o medicinas», explican desde la entidad, por lo que «buscamos la manera de llevárselos siempre cumpliendo con todas las medidas de protección recomendadas por el Estado».

También han reforzado su programa de llamadas de proximidad, mediante el cual desde cada asamblea local y en coordinación con los servicios municipales se ponen en contacto con personas en riesgo de exclusión, incluidos los mayores. Calculan que realizan unas 32.000 de estas llamadas de proximidad en la provincia.

«Nos estamos reinventando en función de las necesidades y gracias a nuestra red de 7.000 voluntarios. Si antes de esta pandemia una persona venía una vez cada dos semanas a recoger alimentos y ahora no puede, pues se la llevamos», indican desde Cruz Roja.

Aparte, tratan de informar a todos los mayores de las medidas de protección que deben seguir frente al coronavirus a través del teléfono y de campañas informativas.

En Cáritas continúan con su labor pese al cierre de las parroquias. Al igual que Cruz Roja tiran de teléfono para asegurarse de que las personas mayores a las que ya prestaban servicio están bien y se las ingenian para ayudarles a la hora de hacer la compra. «Esta crisis nos ha obligado a reorganizarnos para poder seguir prestando servicio a quien lo necesita», señala el secretario general de Cáritas Diocesana en la provincia, Javier Ruvira. «Muchas veces las personas mayores que viven solas lo que necesitan es hablar con alguien, están preocupados con esta situación y les angustia poder quedarse sin alimentos o sin medicinas». A Ruvira le preocupan especialmente las personas sin hogar, unas 200 sólo en Alicante ciudad, «muchas de ellas mayores y enfermos que viven al día de lo que van sacando en la calle, donde ahora no pueden estar».

Ruvira destaca que «la red de Cáritas parroquiales está funcionando. Esa proximidad entre los vecinos y el personal de Cáritas es muchas veces la que nos da la clave para poder llegar a más personas que lo necesitan». Aún así, admite que «es imposible saber si llegamos al 100%». De hecho, en estos últimos días han recibido decenas de llamadas de vecinos alertando de la situación de mayores en sus bloques de vivienda y en sus barrios por circustancias sobrevenidas derivadas de esta situación que antes no habían necesitado ayuda.

En este sentido, Ruvira alerta de que «en los últimos dos días hemos recibido un aluvión de llamadas de personas que ya se están quedando sin ingresos».

Solidaridad

En la parte positiva, el secretario general de Cáritas destaca «la solidaridad que surge en estas situaciones críticas tanto de personas como de empresas, ya sea para ayudar a un vecino que saben que está solo o para ofrecerse a transportar los alimentos a quienes lo necesitan».

Dentro de esta solidaridad, la patronal hotelera Hosbec ha llegado a un acuerdo con Cruz Roja en Benidorm para que los hoteles suministren productos frescos a las personas en riesgo de exclusión en la ciudad turística y en las Marinas.

Voluntariado telefónico por parte de la UMH

La Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH), en colaboración con Cruz Roja, ha puesto en marcha el programa #LaUMHteAcompaña. El objetivo de este programa de voluntariado es el acompañamiento telefónico para paliar la soledad de las personas mayores durante el período de cuarentena y hasta tres meses después del fin del confinamiento. Los beneficiarios serán tanto personas que viven solas o con sus parejas en casa como los internos de las residencias.

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