n Prorrogado la semana pasada, el estado de alarma para atajar la expansión del coronavirus acaba el 12 de abril. Pero el Gobierno ya empieza a preparar el terreno para que la sociedad interiorice que el actual confinamiento deberá prolongarse, aunque quizá de una manera más laxa. Preguntada directamente por la posibilidad de un nuevo alargamiento, que necesariamente debería contar con el visto bueno del Congreso, la portavoz del Ejecutivo, María Jesús Montero, dijo ayer: «Conforme pasen los días, tendremos más capacidad de predecir la situación. Dicho esto, y dentro del conocimiento que hasta ahora tenemos de la pandemia, es que estamos caminando en la buena dirección. Hemos disminuido el ritmo de crecimiento de defunciones y contagiados».

Tras el Consejo de Ministros que aprobó un nuevo paquete de medidas sociales para paliar las consecuencias de la crisis sanitaria (en alquileres, suministros, subsidios e hipotecas), Montero quiso dejar claras dos cosas: que el Gobierno seguirá las directrices de los científicos sobre la necesidad de prorrogar el confinamiento y que la vuelta a la normalidad no será súbita, sino paulatina. Es decir, que algunas o todas las medidas del llamado aislamiento social (en realidad, físico) deberán continuar.

«El restablecimiento de la normalidad se hará de forma progresiva. La recuperación de la vida cotidiana se hará de forma progresiva. Ojalá cuando se acaben las vacaciones de Semana Santa estemos en condiciones de tomar esas medidas», avanzó la también ministra de Hacienda.

El Gobierno, ahora mismo, se ve capaz de anticipar muy pocas cosas. El parón de toda actividad económica no esencial («hibernación», en terminología de Moncloa) fue anunciado por Pedro Sánchez el sábado, después de rechazarlo durante los días anteriores, y ha provocado las críticas no solo de empresarios, que hablan de «improvisación», sino también de la oposición y de varias autonomías por no haber sido informadas. Montero pidió «disculpas», alegó la premura que necesita cada decisión y aseguró que no cabía actuar de otra forma.