Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Cabildo propone al Gobierno que el traslado de la Santa Faz del monasterio al Castillo de Santa Bárbara sea en autobús

La Subdelegación estudia el recurso presentado por el Ayuntamiento para que se pueda celebrar la bendición de la ciudad este jueves

El deán del Cabildo, Ramón Egío, junto a la Santa Faz, en una misa en el monasterio JOSE NAVARRO

Nueva vuelta de tuerca. A la espera de que la Subdelegación del Gobierno resuelva el recurso presentado por el Ayuntamiento a la denegación de permiso para la bendición de la Santa Faz desde el Castillo de Santa Bárbara anunciada para este jueves, el Cabildo de la Concatedral de San Nicolás ha elevado a la propia Subdelegación del Gobierno de Alicante y también a la Delegación del Gobierno de València una nueva propuesta para intentar cumplir con la seguridad del estado de alarma: que el traslado de la Reliquia no se realice en un coche privado como estaba previsto, sino en un autobús. Y así lo hace constar en una carta remitida ayer a ambas institución dependiente del Gobierno central.

Con esta alternativa, el Cabildo intenta sortear los impedimentos de seguridad en los que basó su negativa la Subdelegación, donde preocupa realmente el posible «efecto llamada» que pueda provocar entre la ciudadanía el traslado de la Santa Faz desde el monasterio hasta el céntrico Castillo. «Este pasado fin de semana, para desplazarme hasta el centro de la ciudad use del transporte público, en el que íbamos un total de once personas, respetando escrupulosamente las disposiciones de la autoridad sanitaria. Esta experiencia me hizo pensar en una posible solución para el desplazamiento de la Santa Faz hasta el Castillo de Santa Bárbara. Con ello, usaríamos uno de los medios comunes de transporte que utiliza la población en estos momentos de confinamiento», recoge la carta enviada por el Cabildo a la Subdelegación y a la Delegación del Gobierno, que está firmada por el deán Ramón Egío y en la que se especifica su alternativa: «Nuestra proposición que en un autobús sin identificación, el Canónigo Custodio, portador de la Santa Faz, junto con el Caballero Custodio, el Síndico, el Rector del Santuario y un cámara y fotógrafo (un total de seis personas) con las distancias establecidas y provistos de mascarillas y guantes, pudiesen llegar al Castillo de Santa Bárbara e impartir la bendición, realizando la vuelta de la misma manera».

Además, en el escrito también trasladan la petición para que el acto pudiera ser retransmitido por televisión: «Haciéndonos eco del sentir general, sería deseable la emisión por señal directa. De no ser posible, convendría la grabación del acto para dejar constancia de que se ha realizado la bendición en los términos legales».

Con esta nueva opción para el traslado de la Santa Faz, según el Cabildo, «quedaría patente el cumplimiento de la normativa que establece el Real Decreto y exigida por la Subdelegación y el cumplimiento de lo que este Cabildo solicita, haciéndose voz de miles de alicantinos». El órgano eclesiástico recuerda que con la bendición desde el Castillo, tras la suspensión de la romería por el coronavirus, se daría «continuidad a una tradición de más de quinientos años, que sirve de consuelo, ánimo y esperanza en estos difíciles momentos».

Así, la posible bendición de la ciudad de Alicante desde el Castillo está pendiente, doblemente, de la Subdelegación del Gobierno, que tiene sobre su mesa la nueva petición del Cabildo y, además, el recurso presentado por el Ayuntamiento de Alicante. Fuentes de la institución aseguraron ayer que se está «estudiando» el recurso municipal, que debe obtener respuesta antes de este jueves, fecha anunciada para la bendición y, previamente, para la tradicional romería.

Lo que no se plantea la Subdelegación es abrir expediente al Ayuntamiento de Novelda por el excepcional traslado de la Patrona desde el santuario a la parroquia, que se produjo el pasado 22 de marzo, ya con el estado de alarma el vigor. El alcalde de Novelda, Fran Martínez, explicó ayer que no pidieron permiso previo a la Subdelegación porque el acto no se había anunciado públicamente, por lo que no había riesgo de un posible «efecto llamada» entre los vecinos. «La condición que le puse al cura, cuando me propuso bajar la Santa fuera de la fecha oficial [20 de julio] para pedir su protección frente a la pandemia, era hacerlo sin publicidad, no quería ningún revuelo», según el regidor socialista, quien añadió que la imagen sigue desde entonces en la parroquia a la que llegó en el coche particular del cura, acompañada por el comisario de la Policía Local porque llovía. «Nos pidió si alguien le podía acompañar a la iglesia, desde el santuario que es de propiedad municipal, para que le llevase el paraguas y no se mojase la imagen». Ese día, ya que todos los 22 de cada mes se realiza una misa en Novelda por la Santa, «sólo se pidió a los vecinos que salieran al balcón a cantar el himno después de los aplausos de las ocho de la tarde».

Un evento histórico con tres diseños alternativos

La idea de la bendición de la Santa Faz a la ciudad de Alicante surgió tras la suspensión de la tradicional romería por la pandemia de coronavirus. La primera propuesta que se puso sobre la mesa en el Ayuntamiento fue que la Reliquia recorriese todos los barrios para estar cerca de los vecinos. Sin embargo, esa posibilidad se desechó por el riesgo a que los ciudadanos se desplazaran a calles próximas a su vivienda por las que fuera a transitar la Santa Faz.

La segunda alternativa fue la que se envió a la Subdelegación. Es decir, que la jornada empezara con una misa en el monasterio a puerta cerrada y retransmitida por televisión (9.30 horas) a cargo del obispo, Jesús Murgui. Al acto acudirían trece personas. Luego estaba prevista la extracción de la Reliquia, con siete testigos. A las 10.45, se esperaba la salida de la comitiva hacia el castillo con cuatro vehículos, en los que iría un total de seis personas junto a los conductores, que estaría escoltada por cuatro motoristas de la Policía Local. El mediodía se había marcado como la hora para la bendición, que se iba a realizar desde cuatro puntos de la fortaleza. La última opción es que la Santa Faz se traslade en autobús del monasterio a Santa Bárbara.

El bipartito apela a la «sensibilidad» de la Subdelegación

El concejal de Fiestas, el popular Manuel Jiménez, ejerció ayer de voz del gobierno local en la polémica por el traslado de la Santa Faz. «Apelamos a la sensibilidad del Gobierno para que permita un acto que entendemos que es legal y que, con las medidas de seguridad, no vulnera las restricciones de movimiento y proximidad que marca el estado de alarma», señaló Jiménez, quien defendió el valor del acto: «En estos momentos difíciles, permitir la bendición es un gesto que traerá alivio a toda la ciudad de Alicante».

Compartir el artículo

stats