Sin Peregrina por el coronavirus, el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, ha sido el encargado de oficiar este 23 de abril la misa de Santa Faz, que este año se ha celebrado a puerta cerrada en el interio del monasterio. En el íntimo oficio, Murgui ha señalado que "más allá de los remedios médicos, las personas necesitamos auxilio psicológico y espiritual".

Respecto al intento de la Iglesia y el Ayuntamiento de que la Reliquia se trasladara hasta el Castillo de Santa Bárbara para bendecir la ciudad, el obispo ha mandado un mensaje velado a la Subdelegación del Gobierno, que prohibió el acto por no estar recogido entre las excepciones a la limitación de circulación por el estado de alarma. "Todo lo que huele a Jesús es minimizado, parece que con deseos de que no existiera. Esa sequía de Dios conlleva otras sequías, que afectan a la familia, al valor de la vida, a la dignidad de las personas, a la educación... a tantas cosas que no están pasando". Luego, al término de la bendición, ha preferido quedarse con lo positivo:

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Los alicantinos reciben la bendición de la Santa Faz desde sus balcones

Murgui ha recordado durante la misa la voz unida de muchos alicantinos, que se mostraron en los últimos días a favor de la histórica bendición desde el Matxo del Castell. "Lo hemos podido comprobar las ultimas semanas. Ha sido mucha gente, instituciones, personas, las que han tratado de apoyar que hoy la venerada Reliquia visitara nuestra ciudad. Era una idea hermosísima".

El obispo también ha tenido palabras para los mayores que están muriendo en las residencias, en un mensaje muy crítico con el sistema: "Arrinconados en una residencia o en su propia casa, está la gente mayor, que después de gastar su vida, generaciones que crearon la democracia, y así se lo estamos pagando. Mayores que han creado este país, que tienen como pago la muerte. No porque no porque los matemos, claro, sino porque hemos creado unas condiciones que no están a la altura de estas generaciones. Fueron héroes en el trabajo, en crear una convivencia que vale oro".

La bendición desde el monasterio

Tras la misa, se ha procedido a sacar a la Santa Faz del camarín -como anécdota, se ha disparado la alarma- y posteriormente ha tenido lugar el acto de la bendición desde la puerta del monasterio. Han sido cuatro bendiciones dirigidas a los cuatro puntos cardinales. En la ceremonia, de apenas 15 minutos de duración, el obispo ha recordado a aquellos que han perdido la vida por el virus, a sus allegados y también "a los que ayudan a los enfermos, a los ancianos y en cualquier servicio, y a los que hacen labores para la sociedad".

Durante el acto de bendición, el capellán de Santa Faz, José Luis Casanova, ha subrayado que la Reliquia ha sido objeto de súplica durante "sequías, plagas y epidemias" y ha explicado que hoy se pide "una vez más la bendición" para "poner fin y el cese de una situación dolorosa" por el altísimo número de víctimas.

En la bendición, el párroco de Santa Faz, José Luis Casanova, ha añadido que la reliquia ha sido objeto de súplica durante "sequías, plagas y epidemias" y ha explicado que hoy se pide "una vez más la bendición" para "poner fin y el cese de una situación dolorosa" por el altísimo número de víctimas. A las 12 horas, todas las campanas de la ciudad han repicado y muchos son los alicantinos que se han asomado al balcón para aplaudir.

En el acceso a la Santa Faz, la Policía ha organizado un control de vehículos. En la plaza, ha habido una importante presencia de la Policía Local, la Policía Nacional y también la Guardia Civil. Más de una decena de agentes en la misma plaza y sólo una "espontánea", una vecina de Santa Faz que ha seguido la misa desde dentro del monasterio y la bendición, desde la cruz de la misma plaza.

Bendición de la Santa Faz

Bendición de la Santa Faz

Al término de los actos, el concejal síndicto, Manuel Villar, ha destacado que pese a que "no se ha podido hacer el acto que hubieramos deseado, al final se ha cumplido el objetivo". "Este acto en Santa Faz ha servido para bendecir la ciudad", ha añadido el edil, único representante de la Corporación en los actos en el monasterio.

Por su parte, el obispo, Jesús Murgui, ha intentado suavizar la polémica por la prohibición del acto en el castillo, subrayando la capacidad de la Santa Faz por unir a los alicantinos: "Ha sido un acto entrañable. No hemos podido venir en la Peregrina ni ha habido bendicion en el Castillo, pero con este acto aquí se ha podido llegar a mucha gente. La Reliquia no ha entrado en la ciudad, pero ha entrado en las casas. Ha sido doloroso".

Así ha sido la retransmisión de la Santa Faz 2020