Cataluña, Andalucía o Asturias ya cuentan con un protocolo para que la Atención Primaria sanitaria pueda ir volviendo a la normalidad poco a poco. La Generalitat Valenciana sigue trabajando en un plan de desescalada para sus centros de salud. «Debemos estar preparados cuanto antes, ya», señala María Ángeles Medina, presidenta de una de la entidades científicas que aporta sus sugerencias al proyecto, la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria. Los servicios de Urgencias, un buen indicador del sistema sanitario, ya han dado claros signos de vuelta a la normalidad, pasando de atender a 50 pacientes al día en la fase más crítica de la pandemia a los 250 actuales.
Esta doctora ilicitana alza la voz para reclamar, ya, refuerzos, medios y un cambio en la gestión de la Atención Primaria para iniciar con éxito el proceso de reapertura. Medina es tajante: «El protoclo es necesario ya. En quince días estaremos colapsados si no se ponen todos los medios necesarios para llevar a cabo esta desescalada», un sustantivo que ahora mismo solo sugiere al que lo escucha numerosas dudas.
Atención telefónica
¿Cómo están funcionando los centros de salud? La reapertura no significa que no estén abiertos. Ahora bien, se ha establecido un proceso de triaje muy férreo y la mayor parte de las patologías, salvo las que requieren pruebas o exploraciones, se están atendiendo con éxito por teléfono. «Desde Atención Primaria, antes, durante y después de esta situación de crisis hemos seguido nuestro ritmo, controlando a nuestros crónicos y ancianos en sus casas», remarca Medina.
¿Pueden realizar los centros de salud la campaña de test masivos anunciada por la Conselleria de Sanidad para la desescalada? «Estamos preparados y somos los más accesibles para el paciente. Sobre nosotros recaen las campañas de vacunación o de cribado de enfermedades como el cáncer de colon o mama. Lo que no tiene sentido es que los pacientes acudan al hospital a hacerse una prueba de cribado, pero claro, con los recursos que tenemos actualmente no lo podríamos asumir. Entonces, queremos hacerlos, somos responsables y colaboradores, sabemos a qué nos dedicamos, cosa que algunos no, pero llueve sobre mojado, faltan medios», indica la Dra. Medina.
Estudio inmunológico
¿Qué sería necesario? Primero, la realización de test «debe basarse en un estudio inmunológico del personal sanitario. Los compañeros que ya han pasado la infección podrían atender la consulta de respiratorio y realizar los test. Es lógico no exponer al no infectado, pero también es lo más económico en material de protección. Sería una buena idea que se haga en los centros de salud, si bien es cierto que a nosotros todavía no nos han informado de nada», apunta Medina.
También «necesitamos refuerzos y medios, nuevas formas de trabajo con una apuesta clara por la telemedicina o la atención virtual, con teléfonos móviles de trabajo, uso del correo electrónico..., y un cambio revolucionario en la gestión. Ya podemos tener 20/25 pacientes apilados en las salas de espera, ni colas como para ir al supermercado en la calle a las pueras de un centro. No es lógico, las salas de espera se pueden convertir en el sitio donde contagiarse...», señala la presidenta de la Sociedad.
¿Realizar la prueba colapsaría los centros de salud? «Atención Primaria ya estaba colapsada, pero no sería una campaña bien organizada para realizar los test la que provocaría el caos si se ponen los medios humanos y materiales de protección necesarios», señala Medina, que añade: «Veníamos de padecer un tapón tremendo, agravado ahora por las complicaciones del coronavirus y de todos los pacientes crónicos que estando confinados sin venir por la consulta más de un mes y cuyas patologías se han complicado».
Recortes
A su juicio, hay que añadir a la crítica situación actual que «la Atención Primara ha sido la más perjudicada por los recortes. Llevamos 10 años con los mismos presupuestos, sin aumentar nada y abarcando solo un 15% del gasto sanitario. Contamos con cupos de pacientes totalmente desorbitados, contratos basura, hay mucha precaridad. Ante esta situación no nos pueden pedir que hagamos magia», sentencia, a la vez que apela también a la responsabilidad de los pacientes por utilizar con cabeza los recursos sanitarios. «Ahora toca que todos pongamos de nuestra parte. No podemos pensar que lo nuestro tiene que ser sí o sí lo primero. Tardaremos mucho tiempo en tener cierta normalidad y todos debemos ser pacientes», concluye.
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