El prometido reparto de mascarillas por parte del Ayuntamiento de Alicante por toda la ciudad arrancó ayer entre los placeros de los puestos de los mercados municipales, en concreto del Mercado Central y el de Benalúa, como señaló a este diario el presidente del colectivo, José Vicente Valenzuela. También se inició el buzoneo entre los alicantinos que se prolongará durante las próximas semanas
En los últimos días se habían incrementado las advertencias desde Salud Pública sobre la conveniencia de que en los puestos se disponga de mascarillas y el Ayuntamiento inició el anunciado reparto de un millón de unidades quirúrgicas para todos los alicantinos entre los placeros de Benalúa y del Mercado Central. Valenzuela confirmó que el sábado se repartirán a su vez en los otros dos mercados municipales. En paralelo se irán distribuyendo entre los alicantinos por medio del buzoneo
La previsión apuntada días atrás por el Ayuntamiento es la de repartir 250.000 paquetes con cuatro mascarillas cada uno de ellos, en sus correspondientes sobres junto a las instrucciones para el correcto uso del material de protección.
De cara al próximo desconfinamiento progresivo el alcalde, Luis Barcala, ha querido sumar refuerzos a las mascarillas que está repartiendo la Conselleria de Sanidad desde las farmacias a los mayores y enfermos crónicos y sobre las que, en los últimos días, se ha detectado cierto desabastecimiento en algunas de las oficinas.
Las primeras mascarillas que reparte el Ayuntamiento se han hecho llegar a los placeros, y también se ha iniciado la distribución general por los buzones que se ha encargado a una empresa y la llevará a cabo de forma escalonada a lo largo de las próximas semanas.
«Valoramos mucho que las hayan traído al Mercado porque hasta el momento ha habido un cierto grado de desinformación y, aunque no era obligado llevarlas en un principio, Sanidad está insistiendo en que nos las pongamos todos», precisa el presidente de la asociación de los mercados.
Las primeras cajas de reparto para el buzoneo llegaron a la Plaza de Las Flores y su reparto se va a prolongar durante varias semanas, siempre bajo protección policial.
Clientes
Desde los puestos del Mercado Central remarcaban a su vez que en las últimas semanas están percibiendo algo más de afluencia de público desde que la vigilancia policial ha empezado a consentir que los que encargan alimentos puedan desplazarse a recogerlos. «Al principio no dejaban llegar a los que se bajaban en el autobús en la avenida Calderón, a apenas 50 metros, pero la mayor concienciación de todos y el reparto de las mascarillas sin duda contribuyen a que estemos todos más tranquilos y seguros», añade el portavoz de los placeros.
Las distancia recomendada a los puestos la cumplen de antemano porque los mostradores, como asegura Valenzuela, «están separados del público más de un metro», sobre posibles aglomeraciones puntuales subrayan que aunque no se pueden controlar de antemano, porque nadie sabe a qué puesto se dirige cada cual, «los propios usuarios se autorregulan porque son conscientes de que no se tienen que juntar. Cuestión de aplicar el sentido común».
