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CORONAVIRUS

Juan Manuel Caturla: «No sabemos si una segunda oleada sería peor»

Frente a esta situación inédita destaca la labor de los hospitales y lo poco que se sabe aún del virus, por lo que alerta de los riesgos de la desescalada

Juan Manuel Caturla: «No sabemos si una segunda oleada sería peor»

P Iniciamos la desescalada, ¿cree que se ha optado por el planteamiento adecuado en las fases?

R Es adecuado el planteamiento, la pregunta es por qué las fases tienen un intervalo de dos semanas. Es porque es el tiempo necesario para poder extraer conclusiones. Si en la primera fase, transcurridas las dos semanas, en los controles se ve que ha aumentado el número de contagios es indicativo de que el proceso se está realizando en sentido contrario a lo que esperamos. El control de cada una de esas fases es el que determinará el paso a la siguiente.

P ¿Qué riesgos corremos?

R Con la desescalada se puede producir una segunda oleada. Por eso es importante establecer el tiempo de dos semanas, porque a nivel internacional se ha podido establecer la incidencia para determinar si la desescalada puede continuar.

P Si se diera una segunda oleada, ¿sería peor que la primera o estaría más controlada?

R Eso no se puede saber sin una bola de cristal. Hablamos de un virus que ha sido capaz de paralizar un planeta entero. Y casi todo lo que sabemos de él es experimental y sin base científica alguna. En el último mes las publicaciones en revistas de impacto es impresionante, entre 250 y 300 artículos. Las personas que las revisan no dan abasto y no pasan todos los controles porque están desbordados.

P ¿Cuándo cree que volveremos a la normalidad real, más allá de la nueva normalidad de la que se habla ahora?

R Creo que eso no lo puede saber nadie en estos momentos. Todos deseamos salir cuanto antes de esta situación. Si en la desescalada vemos en el control que el número de contagios, ingresos y UCI no aumenta, se puede pasar a la fase siguiente. Todo lo demás son conjeturas sin base científica.

P Entonces hasta que hayamos alcanzado inmunidad de grupo o dispongamos de una vacuna.

R Claro. Es que a día de hoy ni siquiera se sabe cuál es la tasa de inmunoglobulinas en los test que te permite conocer a partir de cuánto una persona está inmunizada. Y la segunda cuestión, cuánto tiempo dura esa inmunización. ¿Es el mismo efecto que cuando se administra una vacuna o tiene una duración más corta? Tampoco se sabe. Hay un desconocimiento absoluto de lo que este virus ha sido capaz de hacer. Otra cuestión importantísima son los pacientes asintomáticos con capacidad de contagio. Por eso es tan importante la realización de test, para saber la capacidad de contagio del virus.

P Tampoco se sabe en función de qué un paciente tiene síntomas y otro no.

R ¿Por qué existen pacientes asintomáticos? Es decir, cuál es la diferencia para que una persona pase la enfermedad sin síntomas y otra con síntomas. ¿Son los factores de riesgo, el género, la genética? Eso determina la capacidad de respuesta de unos frente a otros. En unos el cuadro clínico está minimizado y en otros la capacidad de respuesta inflamatoria es impresionante. Al principio se pensaba que era un solo órgano el que disfuncionaba o fracasaba, el pulmón. Hoy vemos que no hay ningún órgano o sistema que se escape a la acción del virus. Hay que ser cautos.

P En cuanto a los tratamientos, ¿se está avanzando?

R Hay tratamientos que eran capitales en un primer momento y se han ido desechando. Lo único que conocemos en el proceso de este coronavirus son los factores de riesgo. Es un virus con poco tiempo aún. De ahí que no tengamos aún un tratamiento universalmente aceptado, porque muchos tienen fallos. Son casi todos trabajos experimentales, tendremos resultados el año que viene con la experiencia y los ensayos clínicos que se han puesto en marcha. Con los ensayos clínicos, podremos sacar conclusiones. Con los datos, a día de hoy, incluso en determinados rangos de edad han requerido UCI un número de pacientes, pero el número de muertes es mayor. Todo esto hay que analizarlo para poder extrapolar resultados; si no, la mortalidad que estableces de este proceso es totalmente falsa, porque no sabes el total de pacientes contagiados.

P¿Esta situación es la que tienen que paliar los test serológicos?

R Eso es. Tienen sus puntos débiles, pero al final permiten conocer el estado de la población aunque sigamos sin conocer el grado de inmunidad y su duración. También es importante tener claros los marcadores que se barajan para establecer un pronóstico. Saber qué marcadores pueden establecer la marca de la evolución, quiénes pueden tener a priori un pronóstico más favorable o más desfavorable. Tenemos marcadores pero no nos permiten saber todo lo que nos gustaría.

P Ha sido jefe de la UCI casi 40 años en el Hospital General de Alicante

R Nunca. Ni con el SARS 1 se ha pasado por los momentos por los que se ha pasado en los hospitales ahora. Los hospitales de la provincia han realizado una labor encomiable. Es como si hubiéramos vuelto a las pandemias de la época romana o de la Edad Media. Es increíble.

P Los hospitales y la docencia se han visto patas arriba, ¿servirá esta crisis para establecer nuevos protocolos?

R Todas las actuaciones que se están llevando a cabo deben servir para algo. A lo mejor, el modelo de enseñanza debe cambiar porque todo se hacía a nivel presencial. Quizá esta situación abra la posibilidad de otras alternativas. La presencialidad en algunas formaciones es imprescindible, pero en otras no siempre tiene por qué estar el alumno en las aulas. En mi época de decano de la Facultad de Medicina ya pretendíamos que los estudiantes donde debían estar era en los hospitales. Y en este punto es muy importante la simulación. Es fundamental para la formación.

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