Vecinos del Barrio de Santa Cruz de Alicante han decidido finamente engalanar de manera espontánea y particular las calles con flores, a pesar de que las fiestas fueron canceladas de manera oficial por la crisis del Covid-19 y evitar, por lo tanto, la aglomeración de personas en el barrio. Con todo, las imagénes y el sol de hoy han llenado de luz las calles.
La tradición cristiana cuenta que un 3 de mayo del siglo IV Santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró la cruz en la que fue crucificado Jesús. Muchas ciudades honran desde entonces este hecho, entre ellas Alicante, que lo hace con una bonita tradición.
La comisión de fiestas decidió el pasado 24 de marzo cancelar las fiestas de las Cruces de Mayo por la pandemia del coronavirus.
Según cuenta la leyenda, el emperador Constantino I "El Grande", previamente a su enfrentamiento a las tropas de los bárbaros en una batalla a orillas del Danubio, tuvo una visión en la que se le apareció una brillante Cruz con unas palabras inscritas In hoc signo vinces- Con esta señal vencerás. Inmediatamente ordenó construir una gran cruz que guiase y protegiese a sus soldados del enemigo, según recoge Vivir Alicante en su página web.
Con la cruz al frente y a pesar de contar con un número menos de tropas, el emperador acabó venciendo en el campo de batalla frente a los bárbaros. Así y convencido de la actuación milagrosa el emperador se convirtió al cristianismo y envió a su madre Santa Elena a la ciudad de Jerusalén en busca de la verdadera Cruz de Cristo. En el monte Calvario encontró tres cruces diferentes y para descubrir cuál era la verdadera cruz de Cristo, las fue colocando sobre personas enfermas que se curaban al tocar la cruz en la que había perecido Jesús.
En Alicante, los vecinos del barrio de Santa Cruz adornan sus calles con flores y coloridos ornamentos para dar la bienvenida a la Fiesta de las Cruces de Mayo; concursos de disfraces, pasacalle , "despertà" , almuerzos populares y juegos tradicionales se suceden a lo largo de cuatro días consecutivos en un ambiente festivo y cálido en el que las cruces engalanadas con claveles de multitud de colores tienen un gran protagonismo. Todos hoy suspendidos por el coronavirus.
La siguiente fiesta tradicional en el calendario es la de Tabarca, en honor a San Pedro, a finales de junio, y su comisión tomará una decisión en función de cómo evolucione la crisis sanitaria.
