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CORONAVIRUS

La mitad de las peluquerías de la provincia siguen cerradas por miedo y falta de material ante el coronavirus

La escasez de elementos de protección y las dudas administrativas frenan muchas aperturas

La mitad de las peluquerías de la provincia siguen cerradas por miedo y falta de material ante el coronavirus

Aunque ayer fue la reapertura de muchas peluquerías, tal como establece la fase 0 del plan de desescalada del estado de alarma, cerca de la mitad de los peluqueros y peluqueras alicantinos han optado por esperar algunos días antes de abrir las puertas para atender a sus clientes. Muchas de estas empresas están aprovechando estos primeros días para llevar a cabo labores de limpieza, desinfección y adecuación de sus espacios.

Manuel Martínez, miembro de la junta directiva de la Asociación Provincial de Empresarios de Peluquería (Apepca), señala que «es difícil tener los datos exactos de las peluquerías que abrirán en esta fase», aunque se calcula que podrían ser cerca de la mitad las que abrieron ayer sus puertas. Martínez señala que en la Provincia hay cerca de 5.000 peluquerías y que, con el paso de los días, podrán ir recavando datos sobre la situación del sector durante estos primeros días de la desescalada.

Entre los profesionales de este sector aún existen más dudas que certezas sobre lo que deben hacer para poder levantar la persiana. Manuel Martínez subraya que desde el Gobierno central solo se ha señalado que para abrir deben «aplicar medidas de higiene y de distanciamiento», indicaciones que a estos profesionales les parecen «insuficientes y poco específicas».

En la práctica

El de ayer fue un día muy dispar para este sector. Algunos locales tienen disponibilidad total en su agenda, mientras que otros ya tienen el cupo lleno en el cuaderno de citas hasta el mes de junio.

Lola Muñoz es propietaria de una peluquería en l'Alfàs del Pi. Ella tiene 5 trabajadoras y ese es uno de los principales motivos por los que ha abierto, aún a pesar de que cree que su volumen de trabajo se podría ver reducido hasta en un 40%, lo que también supondrá menores ingresos.

Lola se considera afortunada porque ella contaba con mascarillas, guantes y gel desinfectante suficiente, ya que es uno de los requisitos establecidos para la reapertura y no siempre es fácil encontrar estos productos en el mercado actualmente. No obstante, también manifiesta que fueron horas de mucha incertidumbre desde que se anuncio que podrían abrir hasta que se publicó el Boletín Oficial del Estado con todas las condiciones que tendrían que acatar.

A pesar de que cumplen con todas las medidas de higiene y distanciamiento, esta empresaria explica que muchas de sus clientas prefieren esperar más tiempo antes de acudir a la peluquería. Apunta que en su mayoría son personas mayores y le han manifestado que aún tienen miedo al contagio.

Menos afortunadas fueron Juani García y su socia, quienes regentan la peluquería en Benidorm. Juani explica que en cuanto supieron que podrían abrir hicieron un pedido de mascarillas a uno de sus proveedores pero no se los entregarán hasta mañana miércoles.

Juani espera que puedan abrir a partir de este jueves, aunque indica que también están a la espera de lo que les dirá su gestoría en cuanto a la compatibilidad de abrir con un aforo reducido y mantener las ayudas por cese de actividad. Afirma que será muy difícil hacer frente a todos los gastos de operación, si no pueden atender a sus clientes a pleno rendimiento.

Explica que «en la operativa de una peluquería, esta fase dificulta mucho ciertos procedimientos». Hace hincapié en que, si solo se puede atender a un cliente por trabajador, hay servicios como la aplicación de un tinte para el pelo en los que el cliente debe estar por espacio de 30 minutos esperando a que el producto actúe, tiempo en el que no podrán atender a nadie más. Incide en que no temen por la falta de clientes, pero las limitaciones establecidas sí afectarán a la rentabilidad del negocio.

Disposiciones marcadas por el BOE para apertura de peluquerías

El BOE indica que en esta fase 0 podrán abrir los establecimientos comerciales, incluidas las peluquerías, que cuenten con una superficie de más de 400 metros cuadrados y que no se encuentren en centros comerciales. Sólo podrán atender a un cliente a la vez y con cita previa, es decir, que los usuarios no podrán esperar dentro del centro estético a ser atendidos. Los sillones para cortar el pelo tendrán que estar a un mínimo de dos metros de distancia.

Al ser un servicio donde el contacto entre el peluquero y el cliente es obligatorio, los trabajadores que lo prestan usarán equipos de protección individual (EPI), siendo obligatoria la mascarilla. En este caso, es el propietario del establecimiento quien debe garantizar la disponibilidad de dichos artículos.

En cuanto a las medidas de higiene, se establece la limpieza y desinfección de las instalaciones, como mínimo, dos veces al día. Esas acciones se llevarán a cabo prestando especial atención a los pomos de las puertas, mostradores, muebles, pasamanos, suelos, teléfonos, perchas, carros y cestas, grifos, así como todos aquellos elementos susceptibles de contacto con el personal y los clientes.

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