Nuevo retraso en el trayecto del Presupuesto local de Alicante de 2020 hacia su aprobación definitiva, lo que implica posponer su posterior modificación para incluir financiación para medidas socioeconómicas por el Covid-19. Este último retraso surge por la presentación de alegaciones en un periodo que ha finalizado este martes y que se habilitó, tras una pausa de unos días, a pesar de la declaración del estado de alarma por el coronavirus.
Y es que la petición del alcalde de Alicante, Luis Barcala, para aligerar un proceso que ya arrastraba un retraso achacable en exclusiva el bipartito cayó en saco roto. El popular sugirió que no se registraran peticiones de cambio sobre el documento aprobado inicialmente en el primero pleno telemático de la historia de Alicante, con los votos a favor del gobierno local (PP y Cs) y la abstención casi en bloque de la oposición. Sólo hubo dos votos en contra, los de Unidas Podemos. Ese pleno se celebró a finales del pasado mes de marzo.
Al decretar la apertura del proceso de exposición pública, Barcala hizo un llamamiento «a los representantes de colectivos políticos, sociales y económicos para proceder con la máxima responsabilidad, porque en los momentos de crisis ganar tiempo y contar con los presupuestos lo antes posible es fundamental». Sin embargo, esta petición ha sido desoída desde todos los frentes a nivel local: partidos, sindicatos, asociaciones vecinales y entidades sociales.
Así, la aprobación definitiva se retrasará un mínimo de dos semanas, ya que ahora los técnicos municipales deben estudiar las propuestas, luego se tendrán que abordar en Comisión de Hacienda y, finalmente, se convocará un nuevo Pleno para una aprobación definitiva que, a priori, no peligra tras el desarrollo de la primera votación, donde solo se opusieron dos concejales del total de 29.
De hecho, la única formación que votó en contra -Unidas Podemos- ha sido el único grupo en presentar alegaciones al Presupuesto municipal de 2020. Lo hicieron esta tarde, en el último día de plazo, según explicaron desde la coalición, que registró un documento que recoge más de una veintena de propuestas «consensuadas con el tejido social y asociativo de la ciudad», donde «se priorizan propuestas destinadas al cambio de modelo productivo de Alicante que implique un refuerzo de los servicios públicos y sociales, además del camino hacia una transición ecológica». Los sindicatos del Ayuntamiento también han presentado alegaciones. Algunos, como UGT, SPPLB o CSIF, de manera individual. Pero además, hay una propuesta unánime de la Junta de Personal: más dinero para poder implantar la carrera profesional, una de las promesas electorales del PP de Barcala en 2019.
También hay peticiones registradas por asociaciones vecinales, como la presentada desde la Florida para reurbanizar el tramo del a mediana central de la avenida Orihuela, entre Gran Vía y Vía Parque, o desde el Moralet, para el asfaltado de calles de la partida rural.
La primera entidad en anunciar sus alegaciones fue Ecologistas en Acción, que criticó la falta de inversión en políticas medioambientales. Con sus peticiones, aseguraron que pretenden mejoras en la gestión de residuos, la educación ambiental y la reducción de impactos de la planta de tratamiento de residuos de Fontcalent a los residentes cercanos. Los ecologistas también reclaman una mejora de la red de itinerarios ciclistas y más educadores ambientales en la plantilla municipal.
