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CORONAVIRUS

Las dos caras de la hostelería

Bares y cafeterías de las zonas que sí han podido abrir tras pasar ayer de fase celebran poder recuperar algo de normalidad

Residentes extranjeros en uno de los bares abiertos en la «zona inglesa» de Benidorm. DAVID REVENGA

Son las dos caras de una misma moneda en pocos kilómetros. Por un lado, los municipios que han entrado en la fase 1, como Benidorm, Torrevieja, Alcoy o Elda, y donde ayer los hosteleros pudieron abrir sus puertas para recibir a los primeros clientes después de más de 50 días con la persiana bajada. En el otro lado, Alicante y Elche que se han quedado en la fase 0 y, por tanto, tendrán que seguir esperando para recibir clientes.

Mientras ayer los hosteleros de las comarcas que han avanzado en la desescalada mostraban su satisfacción por la reapertura de terrazas y poder volver a la actividad, aunque con restricciones, los empresarios de Alicante o Elche veían como el esfuerzo que habían hecho en la última semana para tenerlo a todo a punto caía en saco roto. En los primeros, las mesas y sillas, con las distancias impuestas, llenaron las calles. En las segundas localidades, las terrazas seguirán por ahora vacías y con estos elementos apilados.

Pero la vuelta a la actividad hostelera en las comarcas que ayer podían reactivarla también fue desigual. Mientras en Benidorm la apertura la hicieron solo un 10% de los cerca de 1.400 establecimientos, según los datos aportados por la Asociación local Abreca-Cobreca, en Alcoy, por ejemplo, fueron un 40% los que abrieron sus puertas.

La capital turística registró la reapertura de cerca de 140 locales, la mayoría de ellos cafeterías, bares y heladerías, según los datos de la asociación local Abreca-Cobreca, Javier del Castillo.

La gran parte de los que reabrieron ayer se concentraron en las calles del centro o en los barrios donde habitualmente no hay turistas pero sí vecinos. Además, en la «zona inglesa» también abrieron algunas terrazas donde si se juntaron residentes extranjeros. El presidente de Abreca-Cobreca indicó a este diario que «han abiertos pocos, no hay gente y así es muy difícil trabajar». Del Castillo indicó que «para el viernes, sábado y domingo está previsto que abran más locales» para aprovechar el fin de semana, una tónica que se repite en la mayoría de los municipios que pudieron abrir ayer.

Mesas separadas dos metros y solo el 50% de las permitidas además de ningún elemento sobre las mesas, como las cartas o los servilleteros, fueron la tónica general. Entre los clientes, algunos con mascarillas aunque otros no. A pesar de todo las terrazas estuvieron llenas y algunas aprovecharon la posibilidad que les daba el Ayuntamiento para ampliar la superficie de sus terrazas más allá de lo autorizado mientras dure el estado de alarma. Cerca de 90 negocios se han acogido a ella.

«Han abierto pocos negocios. Para el sábado y domingo está previsto que abran más locales» | JAVIER DEL CASTILLO,

PRESIDENTE ABRECA.COBRECA BENIDORM

Así, la Policía Local y la Policía Nacional inspeccionaron ayer las terrazas para comprobar que se cumplía con las medidas higiénico-sanitarias así como las restricciones de aforo y la distancia entre las mesas de dos metros. Así se detectaron algunas «incidencias particulares» en las que no se cumplían esa premisa cuando las sillas de las mesas estaban abiertas. El concejal de Seguridad Ciudadana, Lorenzo Martínez, apuntó se ha hecho una campaña para concienciar «a los empresarios y clientes que se tienen que cumplir con las distancias de seguridad». Con todo, aquellos que después de ser informados, reiteren y «no cumplan» con lo establecido serán «sancionados y se les podrá retirar la autorización».

En La Vega Baja, en Orihuela o Torrevieja muchos locales de hostelería directamente decidieron no abrir sus puertas pero en aquellas terrazas del centro que sí lo hicieron, los empleados trabajaban a fondo en la preparación de las sillas y mesas y en la limpieza con equipos especiales.

«Si nos damos cuenta, en una distribución casi normal esa distancia de dos metros ya se da» | FEDERICO ALARCÓN, CONCEJAL DE TORREVIEJA

En Torrevieja, la mayoría ha abierto con distintas variables: los que retiraron las mesas que sobran de ese 50% del aforo; los que jugaron con la interpretación de la norma y dejaron en su sitio las mismas mesas y sillas, dando a entender que solo se permitirá ocupar la mitad; y, por último, quienes optaron por la picaresca ampliando el espacio a costa del necesario para el paso de peatones, lo que ocurrió ayer de forma puntual en alguna de las grandes terrazas del paseo de Juan Aparicio, donde las mesas y la sillas estrechan el pasillo de paso peatonal entre las rocas y las terrazas, cuando más necesario es «oxigenar» los espacios peatonales. A ello se une que Torrevieja solo cuenta con dos policías para supervisar que se cumple la normativa de ocupación de vía pública. El concejal del área Federico Alarcón se mostró prudente a la hora de valorar cómo se están adoptando esas medidas.

Por ejemplo, indicó que son necesarios dos metros de separación entre mesa y mesa pero eso no afecta a las sillas. «Si nos damos cuenta en una distribución casi normal esa distancia ya se da». Alarcón aclaró que el Ayuntamiento trabaja para incrementar el número de agentes que supervisen las terrazas.

«Los bares más grandes no se han incorporado a esta fase porque aseguran que no les compensa» | RAFAEL PÉREZ,

PRESIDENTE DE ACECA ALCOY

En Alcoy, un 40% de los establecimientos hosteleros abrieron ayer sus terrazas, mientras que el 60% optó por esperar a que la normativa sea más flexible y permita mayor aforo. El presidente de la Asociación Comarcal de Empresarios del Comercio de Alcoy (ACECA), Rafael Pérez, explicó que los bares más grandes y los restaurantes «no han querido incorporarse en esta fase porque aseguran que no les compensa». En cualquier caso, aunque la primera jornada parece que va a medio gas, Pérez está convencido de que de cara al fin de semana «habrá más movimiento y podremos ser más objetivos a la hora de definir las cosas». Lo que sí se vio es a hosteleros y comerciantes extremando las medidas higiénicas, desinfectando constantemente el mobiliario e, incluso, algunos bares han incorporado códigos QR para que los clientes puedan leer la carta sin disponer de ella físicamente.

En Elda, la situación fue similar y las terrazas legaron algunas de las calles y los clientes las llenaron devolviendo algo de normalidad tras más de 50 días de tener las persianas bajadas. Los trabajadores cumplieron con las medidas impuestas y se mostraron esperanzados. Uno de los camareros de del bar Parada de Novelda, Juan Luis Pacheco indicó que «nos permitan trabajar, aunque sea con restricciones, ya es por lo menos un aspecto bastante positivo para nosotros».

La otra cara de la moneda

En la otra cara de la moneda está Alicante capital por las pérdidas del género comprado y de lo gastado en desinfección de los locales, pues tendrán que repetirla cuando reabran de verdad. Muchos negocios de restauración habían invertido en los preparativos de la reapertura de sus terrazas al 50% permitido por el Gobierno, hecho que se retrasa al haberse quedado en la fase cero. El gasto medio realizado por los locales supera los 5.000 euros cada uno de ellos, un dinero que se reparte entre los 3.500 euros invertidos de media en género y materia prima en general y unos 1.500 euros en equipos de protección individual. A este dinero se suman 500 euros más a la semana por cada trabajador que habían sacado del ERTE para el retorno a la actividad los que habían podido hacerlo.

«Que permitan trabajar, aunque con restricciones, ya es un aspecto positivo para nosotros» | JUAN LUIS PACHECO, CAMARERO DE ELDA

Son datos proporcionados por el cocinero César Anca, presidente de la Asociación de Restaurantes de Alicante (ARA), que contabilizó en un 40% de sus asociados en la capital los que habían hecho todos estos preparativos para abrir. En números, más de una veintena, entre los que reina un descontento generalizado. La presidenta de la Asociación Provincial de Hostelería, María del Mar Valera, dijo que aunque muchos asociados pensaban dilatar la apertura porque tienen terrazas pequeñas y no les compensa aún sacar a los empleados del ERTE o poner la mitad de mesas, algunos sí habían comprado género «y se les ha quedado cara de ocho. Pensábamos que Alicante iba a cambiar de fase, es increíble. Esperamos que el lunes próximo sí que puedan abrir». Esta entidad tiene asociados en Torrevieja, Benidorm y otras localidades en fase 1 que sí abrieron ayer.

Desde la Asociación de Locales de Ocio y Restauración de Alicante (Alroa) hablaron de frustración por las expectativas creadas al no haber podido reabrir los negocios en la capital de la provincia. El portavoz del colectivo, Javier Galdeano, destacó el castigo para los más previsores, negocios que habían invertido en género y en la desinfección de los locales.

«El gasto por local en Alicante supera los 5.000 € entre el género, los EPI y sacar empleados del ERTE» | CÉSAR ANCA,

ASOCIACIÓN DE RESTAURANTES DE ALICANTE

En el caso de que Alicante pudiera entrar el lunes en fase 1, parte del género comprado podría salvarse en los congeladores pero el efecto de la desinfección dura unos diez días y tendrán que volver a repetir esta limpieza. En cuanto a los protocolos sanitarios, Galdeano dijo que muchos locales invierten para adaptarse a las recomendaciones del Instituto para la Calidad Turística, como las cartas digitales y la vajilla desechable mientras esperan el decreto municipal de ampliación de terrazas que permitirá montar mesas más allá del 50% autorizado por el Gobierno.

El Ayuntamiento de Alicante está trabajando con las posibilidades que le da la ley. El concejal de Ocupación de Vía Pública, Manuel Jiménez, señaló ayer que se permite a los ayuntamientos aumentar espacio de terraza pero esto conlleva también dejar más espacio a los peatones, lo que considera difícil de compaginar. El sector se fijará por ello en lo que puedan hacer Benidorm, Torrevieja y otras localidades turísticas que van con adelanto. En cuanto a los hoteles, la Asociación Provincial considera que la decisión mina la confianza del futuro cliente que piensa en la ciudad como destino turístico, según la presidenta Victoria Puche.

«Los previsores que habían invertido en comida y en desinfectar han sido los más castigados» | FRANCISCO GALDEANO,

ASOC. DE OCIO Y RESTAURACIÓN DE ALICANTE

Por su parte, los restauradores de Elche recibieron con decepción el no pasar de fase «No hay nada que hacer hasta, al menos, el lunes próximo. Nos habíamos hecho muchas ilusiones porque, además, los datos que nos han dado en todo momento y lo que nos ha dicho el Ayuntamiento, era que pasábamos de fase, pero nada de nada. Ahora hay que esperar». Además de pérdidas de comida, los cerca de 200 asociados van a continuar con su campaña en contra del Gobierno.

Información elaborada por J. Hernández, C. Serrano, David Pamies, J.C. Pérez Gil y Manolo Alarcón.

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