Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

CORONAVIRUS

El conflicto aviva la presión del sanchismo contra Puig en el PSPV

«No se ha actuado de manera justa con la Comunidad. Mi responsabilidad fundamental es con los valencianos», asegura el jefe del Consell

El conflicto aviva la presión del sanchismo contra Puig en el PSPV

El freno del Gobierno de España a la desescalada en la Comunidad Valenciana y la contundente respuesta del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, a una decisión que, a estas alturas, todavía nadie ha avalado con argumentos sólidos desde Madrid, ha terminado por reavivar la presión del sanchismo contra el jefe del Consell en el PSPV. La firme y nítida posición de Puig a la hora de denunciar el baile de criterios del Estado sobre la vuelta a la normalidad y su crítica a una resolución que, en su opinión, está injustificada, ha levantado ampollas en el sanchismo. Hasta el punto de que en la reunión del grupo parlamentario socialista en las Cortes celebrada este fin de semana ya se escuchó artillería de grueso calibre contra el relato de la Generalitat por parte de diputados afines a Pedro Sánchez.

De momento, Ximo Puig se mantiene firme y abierto a llegar a una solución con el Gobierno. Ante este escenario ha preferido ejercer como jefe del Consell por encima de la secretaría general del PSPV o como militante socialista. Durante una jornada en la que atendió varias entrevistas, el presidente de la Generalitat dejó claras tres ideas. Primera, está dolido, sigue sin considerar motivada la decisión del Gobierno y añade ahora otro argumento: el trato es injusto. Segundo, reclama reglas de juego claras en la desescalada para que todos los territorios sepan a lo que atenerse en un proceso que es determinante para tratar de dejar atrás lo antes posible la crisis económica derivada del coronavirus. Y, tercero, por encima de todo, Puig visibiliza, en un mensaje con destinatario en la Moncloa aunque deslizó que ni ha hablado con Pedro Sánchez de este asunto, que en estos momentos su lealtad, más allá de que no quiere entrar en confrontación con nadie, está vinculada a la Comunidad.

Su mensaje más contundente, incluso con más decibelios que su durísima comparecencia del domingo, se produjo durante una intervención al mediodía en La Sexta. «Yo tengo que defender el interés de los valencianos. Esa es mi lealtad y mi responsabilidad fundamental. Y en estos momentos no se ha actuado de una manera justa con la Comunidad Valenciana. Pero no porque haya ningún tipo de discriminación. No es una batalla identitaria. Se trata simplemente que tiene que haber unas normas claras, transparentes y objetivas, que sirvan para el conjunto de los ciudadanos, vivan donde vivan», aseguró el jefe del Consell después de que el doctor Fernando Simón se lavara las manos en el freno a la vuelta a la normalidad en la Comunidad y le endosara la responsabilidad al Ministerio de Sanidad. Un escenario que le ha entrega munición a la oposición pero que, a su vez, también abre nuevo la herida, nunca bien cicatrizada, entre el sanchismo y Puig.

Todo ese argumentario tanto del presidente de la Generalitat como de la consellera Ana Barceló contra la resolución que el Gobierno de España oficializó el pasado viernes, además de alimentar de nuevo las diferencias entre Puig y Pedro Sánchez, vuelve elevar la tensión del sanchismo contra el jefe del Consell. Ya hubo el viernes una queja de cargos afines al presidente del Gobierno en la Comunidad por el discurso de Ana Barceló, que pasadas las once de la noche salió a replicar con dureza al Ministerio de Sanidad por la exclusión de buena parte de la Comunidad Valenciana, incluyendo Alicante y Elche junto a la ciudad de València, de la siguiente fase de la desescalada. Lo vieron como un ataque directo a Pedro Sánchez.

El malestar fue mucho más explícito durante la reunión del grupo parlamentario socialista celebrada por vía telemática el pasado sábado. Hablaron casi todos los diputados del bando sanchista que forman parte del hemiciclo de las Cortes. Pero, sin ninguna duda, la intervención más comentada fue la de Mercedes Caballero, secretaria general del PSPV en la provincia de Valencia y una de las dirigentes más próximas al ministro José Luis Ábalos. Caballero, a la que ya no había gustado la respuesta de la consellera Barceló del viernes por la noche, llegó a hablar de «deslealtad» con el Gobierno de España en la respuesta del Consell tras el veto de Madrid a la desescalada en 14 departamentos sanitarios, entre ellos las grandes ciudades. Los sanchistas, como hizo ayer mismo el ilicitano Alejandro Soler, defienden la tesis de que hay incumplimiento. Refuerzan la posición del Gobierno frente a la del Consell. Pero Puig lo tiene claro va a ejercer en esta crisis de presidente. Antes que el partido, dicen en su entorno, están todos los valencianos.

El Consell urge a pasar a la Fase 1 al sufrir la economía autonómica un impacto mayor

El informe remitido al Gobierno advierte de que a la Comunidad le afecta más esta crisis que al resto de España

El amplio dossier remitido por la Comunidad Valenciana al Ministerio de Sanidad para la desescalada defiende que es «urgente», ante «la mayor vulnerabilidad» de la economía valenciana, iniciar este proceso con todas las garantías sanitarias y facilitar la recuperación de la actividad». Así consta en el «Informe de las capacidades estratégicas sanitarias dentro del Plan de transición hacia una nueva normalidad» que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ordenó colgar en la web de la conselleria de Sanidad el pasado domingo. Quería así evidenciar que ante la «transparencia» del Ejecutivo autonómico, el Gobierno de España, por contra, no ha aportado ni un papel que explique el freno a la desescalada de una gran parte del territorio autonómico.

El documento, cercano a las 250 páginas, señala que los problemas de la Comunidad Valenciana en el contexto de la alerta sanitaria de la Covid-19 son similares a los de España. Con una gran particularidad. A raíz del peso del sector turístico y de la composición de su tejido empresarial -en el que predominan aún más que en España las pymes y microempresas y los autónomos-, «las consecuencias del shock se prevén aún mayores». La Generalitat expone que las actividades más afectadas por el coronavirus -comercio, transporte y hostelería- están más presentes en la Comunidad Valenciana, que además es la tercera más afectada por la destrucción de empleo en marzo y abril y la segunda con más aumento absoluto de paro registrado. Además, en el mencionado informe se explica que el turismo es un sector estratégico -el 14,6 % del PIB valenciano- y resulta «muy afectado» por esta crisis. La Comunidad es la cuarta con más trabajadores en expediente de regulación de empleo (ERTE) y, además, con una situación financiera que hace que su capacidad de respuesta sea «más limitada». El informe concluye que alargar la desescalada generará más impacto con un descenso acusado en el Producto Interior Bruto (PIB) pero también en los datos del empleo.

Compartir el artículo

stats