Solo la Guerra Civil y el coronavirus han podido con las Hogueras. Desde que fueron fundadas en 1928, las fiestas oficiales de Alicante solo dejaron de celebrarse en 1937 y 1938, con motivo de la contienda bélica, pues en junio de 1939 ya había terminado el conflicto y se plantó un monumento conmemorativo en el Mercado Central. Este año la pandemia y la falta de garantías sanitarias para celebrar los actos en septiembre, mes al que se habían desplazado para ganar tiempo, han podido con unas fiestas, declaradas de Interés Turístico Internacional, que mueven más de 130 millones de euros. No se pueden obviar entre los motivos las dificultades de las comisiones este año para poder elaborar sus presupuestos a causa de la inactividad económica desde hace dos meses.
Aunque desde hace semanas se vislumbraba la cancelación, el Ayuntamiento de Alicante esperó para tomar la decisión al resultado de la encuesta realizada en los últimos tres días entre los festeros, cuyos resultados fueron rotundos. De las 137 comisiones de hogueras y barracas que fueron consultadas por la Federació de Fogueres para que votaran aplazar a septiembre o suspender, contestaron 132; y el 92,42% de las participantes optaron por la cancelación de las fiestas.
El alcalde, el popular Luis Barcala, que hizo pública la suspensión tras reunirse con la Federació de Fogueres, lamentó tener que tomar una decisión que no le gusta pero explicó que «lo primero de todo es garantizar la seguridad de todos nuestros vecinos ante la propia evolución de la pandemia». El edil citó motivos como la prórroga del estado de alarma, el que Alicante no haya pasado a la fase 1 de la desescalada, y un calendario muy denso de actividades a realizar en julio y agosto, como era la propia elección y proclamación de la Bellea del Foc. Sin olvidar la opinión mayoritaria de hogueras y barracas, «que han puesto de manifiesto las dificultades económicas para poder plantar y la incertidumbre e inseguridad en la situación. Les agradezco la sensatez demostrada a la hora de tener que renunciar a nuestra fiesta oficial, no nos han dejado otro camino que el de la cancelación definitiva».
La presidenta de la Federació de les Fogueres de Sant Joan, Toñi Martín-Zarco, dijo que para los foguerers y barraquers era una decisión difícil, «pero una vez escuchado el sentir de todas las asociaciones, la suspensión es la decisión más sensata. Ha de primar la salud y la seguridad ante todo y somos conscientes de que en septiembre lo más seguro es que no se pudieran celebrar las fiestas con la calidad que todos esperamos». La presidenta recordó que «las Hogueras son unas fiestas de hermandad y convivencia. Con medidas restrictivas, ni los días grandes ni los actos previos, se iban a poder celebrar como todos queremos llevarlas a cabo». También aludió a las dificultades económicas por las que atraviesan muchas hogueras y barracas que impedirían que pudieran plantar sus monumentos.
El Gremio de Artistas Constructores de Hogueras acogió «con aflicción» la cancelación de las Hogueras 2020. El colectivo, que reconoce estar muy alterado profesionalmente dadas las complicaciones que han ido surgiendo a lo largo del estado de alarma por la suspensión de prácticamente la totalidad de las fiestas en la Comunidad, pide que no se les deje de lado. «Esperamos que podamos caminar todos en la misma dirección, encauzando el camino juntos hacia unas Fogueres en 2021 completas en las que ninguna parte se vea mermada», dijo el maestro mayor, Joaquín Rubio.
La suspensión de las Hogueras despertó numerosas reacciones políticas. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, escribió en un tuit que es una noticia triste, responsable pero no por ello menos dura y emplazó a unas Hogueras inolvidables en 2021. El PSOE se solidarizó con las comisiones «en el momento más difícil de la historia de las Hogueras». Unidas Podemos propuso ayudas ante la ruina del sector y afeó al Ayuntamiento que los festeros hayan sido los que decidan la suspensión, y Compromís habló de decisión dura pero prudente y razonable.
En cuanto a los festivos, el equipo de gobierno planteará en el próximo pleno dejar el festivo local del 24 de junio y comunicar al Consell que el traslado del autonómico a septiembre ya no es necesario.
