Los primeros datos sobre el nivel de inmunidad al covid-19 entre los ciudadanos de la provincia apuntan a que apenas un 2,7% han desarrollado anticuerpos frente al virus después de contagiarse, una media muy lejana al 40% que los expertos consideran más adecuada para no temer nuevos brotes de importancia de la enfermedad. El experto en Salud Pública y Medicina Preventiva José Tuells, resuelve -a preguntas de este diario - las dudas que se generan ante unos datos que, siendo favorables a priori, también derivan en una cantidad muy elevada de personas expuestas todavía al contagio.
Como fiel reflejo del número de infecciones que hay en toda la provincia, Tuells apunta a que el dato efectivamente no nos sitúa entre los que tienen un mayor índice -la media en España es del 5%-, por lo que el nivel de inmunidad actual al coronavirus es bajo y que, por lo mismo, no podemos relajarnos.
«El bajo nivel de infección en la provincia, y en la Comunidad en general -en Castellón es del 2,6% y en Valencia del 2,8»-, es un dato bueno, que puede ser positivo para iniciar la desescalada, pero que no invita a la relajación», subraya el doctor.
Y esto es así porque en el caso de que la pandemia se recrudeciera de nuevo, la probabilidad de que el número de contagios fuera a más sería mayor precisamente en las zonas donde el nivel de inmunidad es bajo. Para evitar una posible proliferación de nuevos casos se hace imprescindible mantener estrictamente las medidas higiénicas que venimos practicando desde el inicio del confinamiento a la hora de nuestras salidas, como son el uso de la mascarilla y el lavado de manos.
«Es un dato que puede ser optimista hacia la desescalada -abunda el doctor- pero al mismo tiempo es un indicador de que las medidas preventivas de autoprotección deben mantenerse, básicamente el uso de mascarillas y el lavado de las manos».
El único índice que en opinión de este especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública podría llevar a una cierta relajación, sería un nivel de inmunidad que rondara entre el 70% y el 80% de la población, por lo que vaticina un uso prolongado en el tiempo de los equipos de protección para evitar una propagación sin control.
«Con un 70% u 80% de infectados no me preocuparía», apunta, pero no es el caso. El dato provincial sobre el porcentaje de seroprevalencia al virus «no invita a la relajación ni del sistema sanitario ni de las personas», insiste, mientras se vaya avanzando hacia una cierta normalidad.
La posibilidad de un repunte o brotes de casos positivos sigue estando presente, pero el doctor sostiene que estamos todos avisados y que, a la vista de lo sucedido, no visualiza que pueda resulta tan explosivo como el primer envite que ya hemos superado.
«Si se ha aguantado este primer envite se aguantará el segundo», afirma rotundamente. Tuells sopesa que los profesionales de Atención Primaria, sobre los que ahora recae el mayor peso del control de la enfermedad, tienen una tarea muy importante a partir del seguimiento exhaustivo de cada uno de los casos en los que detecten síntomas. «Conocen ya cuáles son estos síntomas porque ya han atendido a muchas personas con síntomas leves» ,y a quienes hasta el momento no se les practicaba de forma generalizada la prueba PCR en función de los protocolos que señalaba Sanidad, sino que se les aislaba en sus domicilios.
De hecho, este especialista ponía el acento hace ya un mes en que desde el punto de vista epidemiológico resulta muy importante que se realicen test de diagnóstico, que son los que propician las pruebas PCR, porque son los que permiten disponer de una visión «auténtica sobre cómo se está distribuyendo la infección y, por otra, permiten detectar a los infectados asintomáticos que transmiten la enfermedad sin saberlo».
Avance
Mientras no se disponga de una vacuna, las pruebas y el control de los contactos más cercanos de las personas que den positivo o estén contagiados son, a su juicio, imprescindibles.
El doctor Tuells añade, por otra parte, que estos primeros resultados sobre la seroprevalencia en la provincia son eso, «primeros resultados», ya que la muestra en su conjunto no se ha terminado de validar por completo. «Es una primera oleada, son resultados preliminares, por lo que puede resultar prematuro realizar un análisis más detallado sobre la situación. El nivel de infección se puede abrir y ser algo mayor», aventura, aunque en cualquier caso su mayor preocupación radica en evitar la relajación y fomentar las medidas individuales de protección.
