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AUTÓNOMOS EN CUARENTENA

"Nos llaman madres y padres que han vuelto a trabajar con dificultades para conciliar"

Los sectores productivos, el comercio o la hostelería recuperan el pulso en la fase uno del plan de desescalada y numerosas personas vuelven al trabajo. Sin ludotecas ni guarderías, ¿quién se queda a cargo de los niños?

"Nos llaman madres y padres que han vuelto a trabajar con dificultades para conciliar"

A medida que los sectores productivos, el comercio o la hostelería van retomando su actividad tras el bloqueo impuesto por la crisis del coronavirus, el mercado laboral comienza lentamente a recuperar su pulso. Las demarcaciones geográficas que experimentan ya una relajación de medidas de confinamiento y distanciamiento social, esas que navegan por la fase uno del proceso de desescalada, se adaptan poco a poco a la nueva normalidad. Una normalidad envuelta en mascarillas y ungida con gel desinfectante que posibilita, ahora sí, la vuelta al trabajo de autónomos y empleados sin posibilidad de teletrabajo. Claro que salir de casa para sumergirse de nuevo en la rutina profesional conlleva, en muchas ocasiones, problemas de conciliación familiar. ¿Quién se queda a cargo de los niños?

«Cada vez más nos van llamando madres y padres para preguntar cuándo volveremos a abrir la ludoteca. Supuestamente podremos reabrir a partir del día 25 de mayo, pero estamos a la espera de que se publique una resolución oficial con instrucciones precisas», explica Almudena Manresa, licenciada en Pedagogía. Junto a su prima Begoña Bañón, diplomada en Magisterio de Educación Especial, dirige desde 2016 el Centro Lúdico-Educativo TANGRAM en Callosa de Segura, uno de los municipios que desde el 11 de mayo se encuentran en la primera fase de la era posterior a la cuarentena. Allí organizan talleres de cocina, de ajedrez, de inglés, de teatro o de ciencia para niños. También fiestas de cumpleaños, cuentacuentos, actividades para fomentar la lectoescritura o para ejercitar la atención y concentración de los menores. Todo ello por las tardes, cuando los centros escolares cierran y los cabeza de familia necesitan tiempo extra para atender sus obligaciones, sobre todo laborales.

El servicio quedó interrumpido el 14 de marzo, con la entrada en vigor del primer decreto de estado de alarma y ahora, tras dos meses, se preparan para volver a subir la persiana. Aunque desconocen con total seguridad qué día se producirá el ansiado momento, no se han quedado de brazos cruzados.

Begoña y Almudena en una de las aulas del Centro Lúdico-Educativo TANGRAM, en Callosa de Segura.Tony Sevilla

Gastos sin ingresos

Nueve semanas sin ingresos y afrontando gastos de alquiler, autónomo, seguridad social o el pago de facturas de suministros es una mochila muy pesada para cualquier emprendedor, pero Almudena y Begoña creen que el momento de abrir TANGRAM está cada vez más cerca y están dispuestas a realizar una inversión adicional con tal de sostener el servicio y, con ello, sus puestos de trabajo. Por lo pronto han contratado a una empresa de limpieza profesional para que realice una desinfección a fondo del local en sí y de los juguetes y recursos educativos que allí guardan. También comprarán aparatología que ya funciona en otros negocios para mantener a raya los microorganismos. «Todo apunta a que sólo podremos ofertar el 50% de plazas y aplicaremos todas las indicaciones específicas que nos indique la administración. Queremos abrir con todas las garantías de seguridad», indica Begoña.

Fijar como fecha de posible reapertura el 25 de mayo no es casual. Es el día en que, según las previsiones, se avanzará hacia la fase dos del plan de desescalada. Por lo pronto, la Conselleria de Educación apuesta por no retomar las clases presenciales de forma generalizada en todas las etapas educativas, aunque nada se ha dicho sobre qué sucederá con las guarderías y ludotecas. «Los anuncios del Gobierno sobre cómo se van aplicando medidas determinadas suelen hacerse uno o dos días antes de que entren en vigor, por eso hemos preferido ponernos en marcha ya para ir preparando el centro para la reapertura en cuanto sea posible», prosigue Begoña.

Begoña y Almudena en el Centro Lúdico-Educativo TANGRAM.Tony Sevilla

Incertidumbre estival

Las dos socias son conscientes de que el periodo estival, que es la única etapa del año donde abren TANGRAM durante todo el día, no será probablemente como los anteriores. Ahora reina la incertidumbre. La previsible reducción de usuarios se traduce en una merma de ingresos y, a la vez, un aumento de gastos en medidas de higiene y desinfección. «Este verano renunciaremos a buena parte de nuestras vacaciones para intentar recuperar lo perdido y aumentar los días de actividad durante casi todo el mes de agosto», explica Almudena. Subraya que eso es algo que se irá viendo según la demanda de plazas que exista, que dependerá probablemente de los periodos vacacionales de las familias usuarias.

Aunque Almudena y Begoña vaticinan que se avecinan tiempos un tanto complicados, irradian ilusión cuando hablan sobre la reapertura de TANGRAM. Y eso es algo que, remarcan, se hará ajustándose a todos los protocolos de higiene y seguridad oficiales con tal de proteger a los niños y ofrecer a las familias un servicio que llega a ser vital para conciliar.

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