La decisión del Gobierno central de cerrar hasta el 15 de junio el aeropuerto de Alicante-Elche a todo tipo de vuelo comercial internacional, al no estar incluido en la red contra el covid-19, provocó ayer un terremoto en la Comunidad Valenciana y la provincia de Alicante, esta vez con final feliz. El conseller de Política Territorial, Arcadi España, y los dirigentes de la CEV, Salvador Navarro y Perfecto Palacio, se movilizaron y lograron que el Gobierno rectificara. La patronal de la Comunidad Valenciana y el propio Consell se rebelaron contra la decisión y tras una tarde de llamadas obligaron a que el Ejecutivo diera marcha atrás y el aeropuerto se incluirá la próxima semana junto a los de Madrid, Barcelona, Palma, Gran Canaria y Málaga, los mismos que cuando la pandemia del ébola. A las críticas se sumaron el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, y el presidente de Uepal, Juan José Sellés, calificando la situación de despropósito.
Finalmente, al filo de las 20 horas, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos se comprometía a incluir en la orden de los aeropuertos al de Alicante-Elche. Sus propios rectores se habían enterado de la exclusión inicial por el BOE.
A pesar de la mínima actividad en el aeropuerto provincial, todas las semanas había hasta ahora vuelos con Bulgaria, Suecia y Noruega. También sigue cerrado el Puerto de Alicante a los cruceros turísticos y al ferry con Argelia. La decisión representa un nuevo hachazo para sectores como el turismo residencial.
La decisión aislaba al aeropuerto frente a sus competidores como Palma y Málaga justo cuando arranca la temporada alta para el turismo de golf, compuesto en su mayoría por extranjeros que cuentan con su propia vivienda en la provincia.
La compañía SAS, que operaba regularmente los fines de semana presentó una protesta formal ante el ministerio y las embajadas de España en Oslo y Estocolmo. Ochocientos pasajeros escandinavos, muchos con doble nacionalidad, se han quedado en tierra este fin de semana. En principio, hoy opera un vuelo, sólo de salida, con Oslo. tras llegar el avión vacío para llevarse a pasajeros noruegos con vivienda en la Costa Blanca.
El conseller de Política Territorial e Infraestructuras, Arcadi España, remitió una carta al ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la que solicitaba una reunión inmediata y urgente para mantener abierto el aeropuerto de Alicante-Elche y también el de València. El protocolo que ha establecido el Gobierno no está adaptado a las circunstancias de una pandemia como la del coronavirus. A pesar de que la orden es de Transportes, la carta se remite al Ministerio de Sanidad en tanto que es uno de sus departamentos -Sanidad Exterior- el que controlará las entradas a esos tres aeropuertos. Esa sección de Sanidad no cuenta con personal suficiente para poder atender más que tres puntos de entrada. Por eso, la Generalitat ofrecerá toda su plantilla disponible para mantener abiertos los aeropuertos de la Comunidad Valenciana.
El Consell incidió en la importancia estratégica del aeródromo alicantino como centro de recepción de vuelos y como pieza angular del sistema económico. «Dada la importancia económica y social de los aeropuertos de Alicante-Elche y València, que ocupan el quinto y octavo puesto nacional respectivamente en número de pasajeros anuales, de los cuales muchos de ellos son ciudadanos europeos con una segunda residencia en la provincia de Alicante, solicitamos una reunión de forma inmediata con el fin de ofrecer toda la colaboración de la Generalitat para posibilitar la habilitación de dichos aeropuertos como puntos de entrada», concluye el escrito de Arcadi España.
El aeropuerto ha tenido un tráfico con cierta operatividad con Escandinavia durante estas semanas de alerta sanitaria, dado que es muy importante por la gran comunidad de escandinavos que residen en la provincia. Muchos son residentes en España o incluso tienen nacionalidad española, por lo que pueden moverse libremente entre Escandinavia y España, según apuntaron ayer fuentes de SAS. La prohibición de vuelos regulares afecta de forma directa a este colectivo. «Este fin de semana y el siguiente teníamos tres operaciones de ida y vuelta planificadas desde Oslo y Estocolmo hacia Alicante, con una alta ocupación. 800 pasajeros tenían reserva en estos vuelos y ahora se quedarán en tierra», señalaron ayer fuentes de SAS, que estudiaban llegar con los aviones vacíos para repatriar a los noruegos y suecos que están en la provincia.
Desolado se mostró el presidente de la Diputación, Carlos Mazón, que trasladó su indignación por la decisión. «No sabemos si faltan medios sanitarios en la terminal, y si es el caso estamos dispuestos a ponerlos nosotros a disposición del aeropuerto», subrayó el presidente de la institución provincial. «Hemos comunicado a la Generalitat esta posibilidad y trasladado el malestar de todo el sector turístico». El Gobierno de Pedro Sánchez había vuelto a mandar un mensaje letal a los mercados emisores de turistas y a los cerca de 350.000 residentes extranjeros que tiene la provincia. Al final, esta vez, hubo rectificación. «Una excelente noticia. Esperemos que sea el camino y no se vuelvan a cometer nuevos despropósitos», subrayó Perfecto Palacio, presidente de CEV-Alicante.
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