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Un tardeo a medio gas

La reducción del aforo y la distancia entre las mesas marcan el primer sábado de apertura de las terrazas de los locales de ocio del centro de Alicante

Aspecto que presentaban las terrazas del centro de Alicante, ayer. HÉCTOR FUENTES

Satisfacción a medias en los locales de ocio de Alicante en el primer tardeo de la «era covid-19». La reducción del aforo marcó el primer sábado de la fase 1. La mayoría de los locales registraron un buen aspecto en sus terrazas aunque nada que ver con lo que había antes del confinamiento. La zona de Castaños experimentó una notable transformación al no abrir todos los locales, con lo que ofrecía un aspecto algo inusual. El bullicio de antaño ha dado paso a un extraño silencio en las calles de Alicante. Además, sin música de fondo en los locales, ya que la fase 1 no lo permite y la Policía estaba atenta para hacer cumplir la orden, llegando a avisar a varios establecimientos.

Todos sentados. El estar de pie merodeando por la zona de las terrazas es sancionable salvo que sea para dirigirse a la mesa o para abandonar el lugar. Mantener la distancia de seguridad es ley y aunque a algunos parecía no importarles, la mayoría respetaba la norma a la perfección, incluso exagerando la línea roja imaginaria. Primer sábado de terrazas tras un largo y duro confinamiento. Para muchos la primera vez que pudieron ver a sus amigos alrededor de un gintonic que ayer sabía mejor que nunca. Sobre la mesa, los móviles, mascarillas e incluso gel hidroalcohólico. Son los nuevos acompañantes de un tardeo marcado por la separación entre las mesas y la considerable presencia de policía dando vueltas por la zona. Evitar las aglomeraciones era la misión principal de los agentes en un día marcado en rojo en la fase 1. Muchas ganas de salir y volver a vivir un tardeo aunque sea de la manera más extraña que nunca.

Gente de todas las edades en Luceros, la Rambla y Castaños, epicentro de tardeo. La alegría no era la misma de siempre. Había un miedo interior y, sobre todo, mucho respeto a la hora de mantener las distancias. Mucho calor aunque las mascarillas se han convertido en un elemento imprescindible y toca convivir con ellas. La liberación llegaba al sentarse en la mesa y descansar por unos minutos de la protección facial, aunque un buen número de personas seguía con ella en la mesa «Teníamos muchas ganas de salir pero ha sido un poco raro porque había mucha gente y siempre tienes miedo por si te contagias», afirma Carlos, que volvió a la terraza de La Historia casi tres meses después, uno de los puntos «calientes» del tardeo alicantino. A medida que pasaban las horas y el calor disminuía fue aumentando la presencia de gente en las terrazas en busca de los tan ansiados momentos de libertad. Los locales cumplieron a la perfección y la más que prudente distancia entre las mesas de las terrazas no dio pie a las aglomeraciones.

Los hosteleros destacaron su satisfacción por el primer paso dado aunque tendrá que pasar mucho tiempo para volver a ver la luz y convertir el tardeo en lo que llegó a ser.

De momento, el primer tardeo de la fase 1 fue satisfactorio aunque faltaba la alegría de meses atrás. Camareros con mascarillas y guantes, una imagen ya instalada en la hostelería que tendrá continuidad durante los próximos meses. La desinfección de las mesas y de las sillas también es otro de los puntos distintos respecto a la era anterior. Máximas medidas de higiene. Carlos es camarero de uno de los locales de las zonas de tardeo: «Hay mucha menos gente que antes, pero seguro que conforme pasen los días será todo parecido a lo de antes, pero tenemos menos mesas y eso puede ser un problema para la viabilidad de las empresas». El camarero alicantino ve a la clientela «preocupada por el virus pero tratando de olvidar todo el tema tomándose una copa con amigos».

Es todo lo que da la fase 1. Comienza la desescalada para la hostelería. Primer tardeo superado, que era una de las preocupaciones del sector. La gente ha respondido aunque todavía queda mucho trabajo por hacer.

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