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Crece más de un 30% la demanda de internet rural y baja en la costa

Las operadoras de telecomunicaciones registran un aumento de activaciones del servicio en zonas de campo alejadas de las playas. Pesa la incertidumbre sobre el cliente extranjero, que opta más por el litoral

Un vecino de una partida alicantina, en el campo, trabajando con el ordenador en su segunda residencia. información

La demanda de internet rural crece en torno a un 30 y un 40% en la provincia de cara al verano en comparación a las mismas fechas del 2019, mientras que el tráfico de la red en la costa se reduce y no alcanza, por el momento, los niveles de otros inicios de campaña estival, según los cálculos de algunas operadoras consultadas. La crisis sanitaria del coronavirus ha cambiado algunos hábitos de consumo. Ya antes de entrar en vigor el decreto del estado de alarma se detectó una migración de la ciudad a los entornos rurales, teniendo en cuenta que parte de la población se sentía más segura y cómoda en espacios abiertos para pasar el confinamiento. Con las primeras fases de desescalada las compañías de telecomunicaciones han vuelto a anotar un repunte de activaciones del servicio por parte de clientes que tienen segunda residencia en zonas de campo, que viven en la provincia y que ya tenían hecha la instalación, mientras que por el momento no hay respuesta del cliente de otras provincias y comunidades autónomas que suele empezar a contratar ya para instalarse en la playa, un factor que se debe al bloqueo en los desplazamientos y la incertidumbre que pesa sobre muchos veraneantes para llegar a las costas alicantinas.

Según Edgar Soler, CEO de Nostrared, han notado un aumento considerable de instalación de repetidores en zona de montaña y los usuarios han contratado más ancho de banda del habitual por seguridad, ya que muchos de ellos se han desplazado a la segunda residencia para teletrabajar y por tanto necesitan una conexión estable, e incluso algunas operadoras han aliviado a ese tipo de cliente ofertando tarifas sin permanencia para que puedan cortar el servicio si vuelven al puesto de trabajo físico. El principal cliente con el que trabajan y está migrando al entorno rural son personas que tienen a su cargo un único hijo o pareja, seguido de gente mayor «que opta por salir del entorno urbano para evitar contacto con otras personas», explican.

Podría ser el caso de Carmen Agulló Díaz. Vive con Jose y Carmen, sus padres, en una urbanización de El Campello y tienen por costumbre pasar los fines de semana en la casa de campo familiar de Busot. Desde hace unas semanas están consultando con varias compañías para instalar internet de forma temporal con la pretensión de pasar gran parte del verano allí «y que podamos estar comunicados. Además en la piscina comunitaria de la urbanización es posible que no podamos bañarnos este verano y entendemos que será más fácil vivir en el campo sin aglomeraciones», explica esta joven. Otro caso similar es el de Patricia, de San Vicent, que este año cree que las salidas a zonas de ocio estarán algo condicionadas por la pandemia y piensa pasar más tiempo en su campo, en Elche de la Sierra. Pedro Ros, responsable de IPO Networks, señala que en estos momentos están desbordados ya que hay más movimiento de personas hacia sus segundas viviendas en la desescalada. Estos último meses tenían muy limitada la instalación de antenas, cableado o router, que sólo justificaban si se trataba de cuestiones urgentes y demostrables, todo para proteger al personal así como a los residentes de posibles contagios al visitar la vivienda.

En este sentido, las compañías que sí que han acudido a las casas de los clientes en el pico de la pandemia han establecido protocolos. Por ejemplo les aconsejaban que abandonasen la vivienda mientras los operarios trabajaban y han pospuesto firmas de contratos para que el cliente no tocase los bolígrafos o las tablets para dar la confirmación. Según Ros, el producto mes a mes está teniendo auge en estos tiempos de inestabilidad ya que no requiere de coste de mantenimiento ni cuota mensual si no se gasta la red. Este modelo no sólo lo utilizan aquellos visitantes extranjeros si no que también se da entre la población local, y por ello explica que el grueso de los clientes ya lo han activado en los últimos meses y hay otro segmento como las viviendas de alquiler rural que también se han adelantado a darlo de alta, según los datos de esta compañía que opera en gran parte de la Comunidad y otras partes del país como la Región de Murcia o Albacete.

Otras operadoras temen que se resientan las altas debido a las dudas que todavía pesan sobre cómo y cuando será la llegada del visitante y residente extranjero, ya que hay compañías que se focalizan en zonas turísticas del litoral como Xàbia, Altea o Benidorm, por ejemplo.«Sería preocupante porque a nivel internacional no está claro qué va a ocurrir, y creemos que la gente este año en lugar de moverse fuera de España lo hará por dentro. Confiamos en que se equilibre la balanza», explica Juan García Asensio, responsable de marketing de Excom. Desde esta compañía que opera a nivel nacional señalan que han tenido un 30% más de llamadas que en enero solicitando información para contratar, aunque el alto repunte de contrataciones lo notan en otras comunidades como Andalucía,mientras que en la provincia ha sido leve el crecimiento.

Más ataques informáticos

Las operadoras consultadas por INFORMACIÓN señalan que durante el confinamiento han notado un aumento de hasta un 30% de ataques informáticos ya que el consumo ha llegado a unos niveles demasiado elevados y muchos de los ordenadores estaban infectados con malware, por lo que también han tenido que reforzar estos meses el servicio para desinfectar equipos o reforzar la fibra para que llegase bien a las casas.

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