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Jesús Caldera: "El Ingreso Mínimo Vital permite luchar de forma global contra la pobreza"Jose Navarro

Jesús Caldera: "El Ingreso Mínimo Vital permite luchar de forma global contra la pobreza"

El exministro de Trabajo y Asuntos Sociales valora el Ingreso Mínimo Vital y la función de la Ley de Dependencia durante el coronavirus

-Señor Caldera, 14 años ya desde que un 14 de diciembre de 2006 se aprobó la Ley de Dependencia. ¿Qué le llevó a impulsarla?

Las necesidades de las personas dependientes. Entonces el fenómeno se conocía poco, pero es uno de los grandes retos de las sociedades modernas, donde, afortunadamente, se vive mucho tiempo y donde la autonomía personal se va perdiendo en edades avanzadas o para aquellos que padecen una discapacidad, bien congénita o adquirida. Como dije en la presentación del proyecto de ley en el Parlamento, de un modo u otro, todos seremos en algún momento dependientes y la existencia de un sistema integral de atención a la dependencia genera amplios beneficios personales, sociales y económicos por la generación de empleo que procura este sistema. Sin el mismo, tanto la crisis de 2008 como la actual hubiera tenido efectos mucho más negativos . Y la ley se aprobó con amplio consenso, lo que mejora el nivel ético de la sociedad española.

-El mundo de la diversidad funcional debe a esta ley el que se haya normalizado y visibilizado la situación de dependencia. Si esta ley de protección de este colectivo tan vulnerable no existiera, ¿cómo cree que hubieran vivido estas personas el coronavirus?

Sin duda peor, aunque también es cierto que este virus, tan virulento al menos al principio, ha afectado de forma muy grave a las residencias de mayores, lo que debe hacernos reflexionar para hacer los cambios necesarios. Carezco de datos, porque creo que aún es pronto y ni los servicios sociales ni el sistema sanitario ha podido evaluar todavía la prevalencia del virus y la diferencia que pueda haber habido entre mayores con dependencia y sin dependencia en la afectación del mismo. Lo sabremos, sin duda, en su momento, y ello nos servirá para corregir errores. Lo que desde luego no se puede admitir es que se eche la culpa a los servicios que ha desarrollado la ley de dependencia. Una cosa es la gestión, donde se pueden haber cometido errores y otra cosa diferente es la imperiosa necesidad de continuar con este tipo de prestaciones, incluidas las que se prestan en residencias, que es una de las posibilidades que recoge la cartera de servicios de la Ley de Dependencia.

-La consecuencia económica y social de esta pandemia está siendo muy dura. ¿Cuál es su valoración del Ingreso Mínimo Vital, aprobado por el Consejo de Ministros, el pasado viernes 29 de mayo?

Positiva. Es imprescindible y así lo entiende la gran mayoría, incluidos los organismos internacionales. No podemos, como sociedad, permitir que aumente la pobreza, y menos aún que esta se haga crónica. Eso es un fracaso para las sociedades modernas, aparte de que no creo que ningún ser humano la pueda contemplar impasible. Es terrible y debemos usar todos los medios para que cualquier ser humano no quede atrapado en la pobreza. Este ingreso mínimo, en mi opinión, está muy bien diseñado, seguramente, por ser muy moderno, de los mejores diseños que se conocen. El ministro Escrivá, a quien no conozco personalmente, pero sí he leído sus trabajos, me parece muy riguroso y creo que ha elaborado una norma de la que nos debemos sentir orgullosos todos los españoles. Al definir los hogares como unidades de actuación se permite luchar de forma global y coordinada contra la pobreza y la exclusión, es proactiva, es decir, facilita la búsqueda de trabajo, no la entorpece y de ningún modo se puede considerar como un subsidio, sino como un mecanismo para salir de la pobreza y buscar un trabajo. Uno de los elementos más novedosos es que permite mantener el Ingreso Mínimo si se encuentra un empleo, esto ayudará a la búsqueda activa del mismo.

-Desde algunos sectores se ha tildado al Ingreso Mínimo Vital como una "paguita" que puede fomentar la economía sumergida. Usted, desde su formación como sociólogo y su experiencia municipal, ¿qué reflexión haría?

Primero, me parece una falta de sensibilidad hacia quién lo está pasando mal a consecuencia de la crisis. Hay mucha gente que no puede trabajar, aunque lo intenta activamente. Hay que establecer una red de seguridad, como este ingreso, que permita, cuando sea posible, la reincorporación de todas estas personas al empleo. Como dije antes, el diseño es activo, no pasivo, para favorecer la búsqueda de empleo y ese es uno de los aciertos del mismo. Nosotros, en los ayuntamientos, conocemos muy bien donde está la pobreza y sabemos que los recursos sociales que los ayuntamientos aportan ayudan mucho a superarla y mantener la paz y la cohesión social.

-El Consejo General del Trabajo Social ha participado en un grupo de trabajo para la comisión de la Reconstrucción Social y Económica del país. Los/las trabajadores sociales son piezas fundamentales en el engranaje de atención sociosanitaria. ¿Es un "ejército" que habría que ampliar?

Lo son. Y claro que hay que ampliarlo, por múltiples razones. Pero si se quiere una sola, porque representa un yacimiento de empleo muy importante. La sociedad actual y la del futuro está basada en el sector servicios y como una parte muy importante el de los servicios personales. Tenemos que conseguir aprovechar bien todos nuestros recursos, pues hay muchas personas que necesitan servicios como los que prestan los trabajadores sociales y otras muchas dispuestas a trabajar como tales. En el ayuntamiento del que soy Secretario Municipal, en Ávila, tenemos un departamento de Servicios Sociales donde hay varios trabajadores sociales, alrededor de 12, que hacen una tarea encomiable y con magníficos resultados.

-A parte de la Ley de Dependencia y el Ingreso Mínimo Vital, ¿cree usted que se podría implementar alguna medida para mejorar la vida de las personas con atención a la dependencia?

Se debe continuar la expansión del Sistema Nacional de Atención a la Dependencia y mejorar la colaboración público-privada en la prestación de la misma. Hoy las industrias sociales son uno de los pocos espacios donde se puede generar empleo y si, además, ese empleo se dirige a satisfacer directamente las necesidades de los ciudadanos, mucho mejor aún.

-Actualmente es usted el secretario del Ayto. de Ávila. Los servicios sociales municipales son el primer peldaño en donde acudir para tramitar una dependencia, por ello vive el día a día con estas personas. ¿Con qué óptica ve a un dependiente?

Con gran respeto y consideración. Según la OMS, la situación de dependencia se caracteriza como la pérdida de facultades para el desarrollo de las funciones cotidianas de la vida diaria, perdemos facultades pero no la dignidad y todos vamos a ser dependientes. Los ayuntamientos hacen una tarea indispensable, sean estas o no competencias propias.

-¿En algún momento se ha planteado volver a las "trincheras" en política?

La política, en el sentido más noble de la palabra, la bella política, como escribió un escritor italiano, no se deja nunca. Estuve 33 años en el Parlamento, fui portavoz del grupo parlamentario socialista y ministro de Trabajo y Asuntos Sociales durante 4 años, pero siempre quise volver a mi profesión, a la que me incorporé con 22 años, después de ganar mis oposiciones, por cierto en tres ocasiones. Por ello me encuentro feliz en la secretaría del Ayto. de Ávila y, aunque nunca se puede decir un no definitivo, no lo veo ni probable ni posible. Prefiero mi vida actual, aunque eso sí, quiero lo mejor para mi país y en ello siempre estoy dispuesto a colaborar.

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