La conectividad mediante sensores, detectores o simuladores, así como el acabado y encaje de piezas en el torno de una fresadora, exigen una actividad manual que el alumnado que cursa los ciclos superiores de FP más prácticos no han podido completar desde sus casas. Institutos como el Cavanilles de Alicante citó ayer en varias tutorías a los que han mostrado interés en concluir las prácticas de estos talleres y en las que no coincidían más de diez alumnos, para que pudieran manejar mecanismos de los que no disponen en casa ni tampoco es posible dominar mediante vídeos o clases telemáticas.
«Hay ciclos superiores de FP en los que la teleformación se complica mucho, porque aunque tengamos formación incluso semipresencial en circunstancias normales, exigen una elevada preparación y los alumnos no tienen en casa ni el material ni la mecánica», explica el director del centro, Rafael Herrero.
Ciclos de Robótica y Automatización Industrial y de Mecatrónica, por ejemplo, tienen que completar el proceso de montaje y desmontaje de maquinaria sensible. Antes del confinamiento el currículo se quedó en el proceso de desmontaje y ahora los alumnos han vuelto para montar la maquinaria y poder concluir el curso con mejores calificaciones.
