El aeropuerto Alicante-Elche experimentó ayer los primeros despegues y aterrizajes de la entrada a la «nueva normalidad» con la que los turistas que lleguen a la Costa Blanca ya no tendrán que realizar la cuarentena obligada, garantizando así la posibilidad de viajar por el territorio de países europeos al levantarse las restricciones en el espacio Schengen, incluido Reino Unido al tener un permiso especial hasta diciembre, mientras que a partir del 1 de julio los viajeros que provengan de Portugal tampoco tendrán que pasar este confinamiento.
Tras tres meses de estado de alarma por la crisis sanitaria del coronavirus la terminal recobró ayer el pulso con 28 vuelos en un día:14 llegadas y otras 14 salidas. A pesar de abrirse más el tráfico aéreo, lo cierto es que la terminal estaba ayer muy tranquila teniendo en cuenta que la mayoría de vuelos, al menos los de la mañana, iban a la mitad de su capacidad como algunos provenientes de Oslo, Manchester y Estocolmo, e incluso no llegaban ni a un tercio del aforo en algunos de los siete destinos del Reino Unido como Leeds Brad o Liverpool con los que operaba Ryanair, compañía que ayer volvió a abrir su oficina en la terminal después de que cerrase en marzo. El resto de aerolíneas sí que tenían clausurada su atención al público y la imagen ayer en el aeropuerto seguía siendo algo desértica.
Los pasajeros iban llegando por cuenta gotas tras pasar un control por parte de Sanidad Exterior y apoyo de Cruz Roja, que sigue incluyendo la medición de temperatura individual en aquellos casos «sospechosos» de contagio, mientras que se ha agilizado el protocolo con el sistema de cámaras termográficas que miden la temperatura en la sala. Así las cosas, el espacio de tránsito sigue estando muy relajado y entre las preguntas más frecuentes que se escuchan entre los recién llegados es por ejemplo donde pueden tomar un café, ya que los servicios de ocio y restauración permanecen cerrados, sin contar las máquinas expendedoras.
El espacio de tránsito está muy relajado, y sobre todo destacaban ayer los reencuentros entre familiares que llevaban meses sin verse y los abrazos infinitos. Donde más afluencia se detectaba era en la zona de embarque, aunque sin llegar a formarse las habituales aglomeraciones y colas, ya que para prevenir también hay pantallas gigantes que avisan del protocolo de distancia que se debe seguir. Para tener controlada la higiene hasta ayer tampoco estaban operativos todos los baños públicos de la terminal. Todos estos servicios se irán ampliando progresivamente.
Lo cierto es que este será uno de los veranos más atípicos de la historia del aeropuerto, ya que la temporada alta estará marcada por la crisis sanitaria ya que a pesar de que las aerolíneas han mantenido prácticamente todos los destinos,unos 90, sí que se han limitado sus frecuencias hasta en un 40% en los últimos meses.
El sector del taxi tiene puestas todas las esperanzas en que a partir del 1 de julio aumenten los movimientos entre países y tengan mayores desplazamientos, ya que ayer el servicio estuvo bajo mínimos de demanda a pesar de que había decenas de taxis esperando junto a las llegadas. «Sabíamos que hoy (sobre ayer) iba a ser flojito y desde las 7 sólo he cargado una vez para llevar viajeros a Alicante», explicaba al filo del mediodía José Luis Donat, un taxista veterano. Los expertos apuntan que para reflotar el turismo este verano una de las claves será el comportamiento del turismo inglés en los próximos meses, que podría mover hasta do mil millones de euros como ya adelantó INFORMACIÓN recientemente.
La llegada de británicos ayer al aeropuerto era reducida y podría deberse al anuncio tardío que se hizo sobre permitir a Reino Unido entrar en España sin pasar la cuarentena obligatoria,aunque aún ayer había viajeros que seguían teniendo dudas sobre lo que pueden o no hacer. Entre los viajeros que llegaron ayer a Alicante se encuentran quiénes vienen a pasar sus vacaciones en el litoral o en comunidades próximas donde todavía siguen sin estar operativos algunos destinos, así como casos de españoles que regresan tras su marcha por motivos laborales.
