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Alicante Gastronómica pide cocineros para mantener encendidos sus fogones

La vuelta al trabajo de empleados que estaban en ERTE y colaboraban en el proyecto ha reducido el número de voluntarios

Uno de los cocineros voluntarios que colabora con Alicante Gastronómica Solidaria. jose navarro

Alrededor de 500 voluntarios son los que han colaborado desde el inicio del estado de alarma con el proyecto de Alicante Gastronómica Solidaria para elaborar unos 1.500 menús diarios destinados a personas y familias de la provincia en situación de vulnerabilidad. En los últimos días, el número de voluntarios se ha ido reduciendo debido a que con la entrada en la «nueva normalidad», muchos de los que colaboraban y que estaban incluidos en un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) están volviendo a sus trabajos, sobre todos a los restaurantes o las cocinas de los hoteles que están empezando a reabrir sus puertas, «aunque muchos de ellos vuelven los fines de semana de voluntarios», advierte Carlos Baño, promotor y «capitán» de esta iniciativa lanzada por la Diputación, la Cámara de Comercio de Alicante, Turisme de la Generalitat e IFA.

Han sido más de 60 días al pie de los fogones, pero, ahora, esta iniciativa ha hecho un claro llamamiento por Facebook e Instagram: «Necesitamos voluntarios de cocina que nos ayuden a ayudar a quienes no tienen para comer». La escasez es de profesionales de la restauración, «que siempre han mostrado su generosidad y han sabido estar a la altura», subraya Baños. No obstante, también se necesitan voluntarios con carnet de manipulador de alimentos, ya que ambos profesionales son los únicos que pueden entrar en cocinas a elaborar los menús solidarios. La tarea de embolsado de los menús se realiza posteriormente y la desarrollan las personas que hayan ido esa jornada, porque, aunque hay algunas que repiten diariamente, otras van cuando sus ocupaciones personales o familiares se lo permiten. Luego, la colaboración con ONG y asociaciones vecinales facilita la distribución de la comida a las familias que la han solicitado.

De cuatro sedes solidarias a una

En los más de 60 días que llevan de andadura, los fuegos de las cocinas de los CDT, cedidos por Turisme de la Generalitat, no se han apagado y han servido más de 136.000 menús. Pero otro factor que ha influido en el descenso de los cocineros voluntarios es que, desde hace unas semanas, todo el trabajo se ha centralizado en las instalaciones del de Alicante. Los de Torrevieja, Benidorm y Elche se han cerrado porque se tienen que preparar y adecuar para el próximo curso. Esta concentración ha supuesto una sobrecarga de trabajo en Alicante, con igual o inferior número de voluntarios, según los días. «Pero los menús solidarios tienen que salir porque las familias los esperan cada día. Lamentablemente, están aumentando las personas que nos necesitan», subraya Caros Baño.

«Hay mucha generosidad»

El promotor de la iniciativa, no obstante, entiende la vuelta al trabajo de los que han estado colaborando y agradece su trabajo. «Han sido muy generosos». «Los héroes con delantal», los llama. Como los cocineros «Juampi» o Ginés Lorente, por nombrar a algunos, que piensan todos los días menús diferentes con los alimentos que hacen las empresas. O como Juana, que es asmática y está en paro, y que pela patatas a velocidad supersónica, con Gicelia, Antonio, Juan Carlos, Caterina, Cristhian o Juanito, un camarero, cocinero en ERTE que hace el pan de las «cocinas solidarias»: 1.500 barritas al día.

En otra sala, hay voluntarios pelando tomates. En la cocina, se da vueltas en las cacerolas a lentejas, arroz o patatas. En los menús no faltan ensaladas, pan y postre. Y los ordenan el equipo de embolsado, como Patricia, de Voluntarios de San Blas, que reparte luego con otras personas, como Claudio o Chari, las comidas a familias del barrio.

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