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180 familias afectadas por el cierre por sorpresa de tres centros privados infantiles

Padres de escuelas para niños de 0 a 5 años de Santa Pola, San Miguel de Salinas y Bigastro ya habían adelantado parte de la matrícula

Instalaciones del centro Lysmon de Santa Pola, cerrado desde el pasado 14 de marzo. INFORMACIÓN

Unas 180 familias de Bigastro, Santa Pola y San Miguel de Salinas se han visto afectadas por el cierre por sorpresa, sin previo aviso, de tres centros privados de enseñanza infantil. Aparte del dinero que, aseguran las familias, se les debe, incluso por adelanto de matrículas para el próximo curso, sobre todo están preocupadas porque a estas alturas apenas hay vacantes en otros centros de cara al nuevo ejercicio escolar. Ante ello, han pedido amparo a los ayuntamientos de sus respectivas localidades.

Este diario no pudo recoger ayer la versión de estos tres centros ni del grupo matriz que las centraliza ya que no atienden a los distintos teléfonos, a pesar de que sí disponen de una centralita automatizada.

Las familias aseguran que desde hace días perdieron el contacto con estos centros del grupo Lysmon (hay otros franquiciados en la provincia que funcionan con toda normalidad y no han dado pie a ningún problema). Al parecer, la central del grupo está en Bigastro, adonde los padres están llamando desde hace días, al igual que a la escuela de Santa Pola y San Miguel de Salinas, sin obtener respuesta alguna.

Elena, una de las madres afectadas, recuerda que, al menos en Santa Pola, el pasado 16 de junio se acabó el plazo de matrícula y que ahora habrá que esperar a septiembre para ver las vacantes que hay en el municipio. Eso en el caso de los niños de 3 a 5 años, pero los menores de esa edad, tanto ella como Borja, otro padre afectado, subrayan que no hay manera de encontrar un hueco en la zona para el próximo curso y que están en distintas listas de espera de varios centros.

Los afectados reclaman a los respectivos ayuntamientos que tomen cartas en el asunto y que se preocupen por todos los niños, no solo por los mayores de 3 años que tienen garantizada la escolarización. Elena recuerda que en muchos casos los padres trabajan y carecen de abuelos para dejar a los pequeños, de ahí que se muestren preocupados cuando comience el curso y llegue el caso de que no puedan dejarlos en una escuela infantil.

Borja, quien señala que los padres están barajando contratar a un abogado para hacer valer sus derechos, no se explica cómo ha ocurrido esto. Además pone el foco en que estos tres centros han cerrado sus redes sociales, no contestan a los numerosos correos electrónicos que las familias han enviado solicitando explicaciones, ni tampoco a los teléfonos.

Estas escuelas son centros bilingües, desde hacía años habían cogido renombre en la Vega Baja e incluso recientemente, en 2018, mejoraron sus instalaciones en Santa Pola, por eso los padres no entienden qué ha podido pasar ya que económicamente los centros estaban llenos, eran privados y recibían subvención de la Generalitat Valenciana.

Marta, otra madre comenta: «Estamos en Estado de Alarma desde mediados de marzo. Ha habido tiempo suficiente para avisarnos. Ahora los periodos de matriculación están cerrados y todos los centros tienen las plazas cubiertas. ¿Dónde vamos?», según se refleja en un blog donde se trata de poner algo de luz sobre todo lo ocurrido.

De momento, los afectados ya lo han puesto en conocimiento de ayuntamientos y de oficinas de atención al consumidor.

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