Compromís ha llevado nuevas iniciativas en el Senado de cara a denunciar los perjuicios que el acuerdo con Sudáfrica está causando en la agricultura, tras detectarse la presencia de plagas como la cochinilla pulvinaria, letal y que afecta ya a 5.000 hectáreas de frutales en la comarca de la Vega Baja y la proliferación sin control y sin que se tomen medidas de control de acceso en los puertos. El senador Carles Mulet, ha lamentado que "mientras avanza y se generaliza la llegada de plagas originarias de países como Sudáfrica a nuestro territorio, ninguna de las formaciones políticas que votaron a favor de este acuerdo comercial (PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos) parecen acordarse de que ya les advertimos de las letales consecuencias que tendría para el campo español y para el valenciano particularmente, pues se está demostrando que será el más perjudicado de norte a sur".

El Ministerio de Agricultura y su máximo responsable, Luís Planas, en opinión de Compromís "están actuando sin responsabilidad ni respeto hacia territorios como el nuestro". Así, recuerdan que "mientras no se les ocurre otra cosa que desmantelar la red valenciana de centros de referencia para plagas o enfermedades, dependientes de otras tantas universidades y centros de investigación -algunos de los cuales forman parte de la Red Española de Laboratorios de Alerta Biológica (RE-LAB)- para que sean asumidas progresivamente por el Laboratorio Nacional de Lugo, también se despreocupan de autorizar el uso de parasitoides para la lucha contra el cotonet de Sudáfrica de los cítricos o de la cochinilla".

Desde la coalición han presentado más preguntas y una nueva moción en la que reclaman la urgente autorización por parte del Ministerio de la suelta masiva del parasitoide Anagyrus aberiae, que se ha demostrado eficaz con la lucha contra esta plaga, ya que la competencia en su suelta es estatal. También se apremiar al ministro de Agricultura en esta tarea y a establecer un presupuesto para ayudar a los perjudicados por esta plaga y para dotar de ayudas para construir con urgencia insectarios de reproducción del parasitoide y aumentar el control en los puertos y aeropuertos, de productos hortofrutícolas tanto en los estatales como en los europeos, principalmente el de Rotterdam, por el que entran los mayores volúmenes de cítricos sudafricanos.