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Los abogados detectan un aumento de las consultas por divorcio tras el confinamiento

Los matrimonialistas y especialistas en Familia señalan que la mayor convivencia en la cuarentena ha adelantado las rupturas que suelen producirse tras el verano

La pandemia ha creado nuevos escenarios familiares que se traducen en consultas jurídicas. ISABEL RAMÓN

Parejas que llegaban malheridas a un mes y medio de estricto confinamiento, ingresos mermados por la crisis y los ERTE, dificultades para trasladar a los hijos a casa de la expareja durante la cuarentena por no tener la custodia regulada... Los nuevos escenarios familiares y personales que ha creado la pandemia se están traduciendo en un repunte de consultas relacionadas con el divorcio, el cuidado y la manutención de los hijos a los abogados de familia de la provincia.

La tendencia no tiene datos que permitan corroborarla todavía, ya que el Poder Judicial no ha publicado la estadística correspondiente al segundo trimestre del año. Además, la suspensión de la actividad jurídica durante el estado de alarma «ha impedido que se presenten demandas de divorcio o separación», por lo que «no serán muy fiables», según Óscar Martínez, matrimonialista ejerciente en València y miembro de la junta directiva de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa).

«Lo que hemos notado estos meses es una preocupación por valorar la posibilidad de divorciarse en parejas que ya tenían algún problema», asegura el especialista. «También hemos detectado interés en modificar la pensión de alimentos, porque los clientes estaban preocupados por que, bien ellos o bien la otra parte, no la pudieran pagar por estar en un ERTE o afectados por la crisis», añade. Martínez señala un tercer tipo de consultas, relacionadas con el régimen de estancias con cada progenitor.

Estas necesidades no se han dado a la vez, sino que han ido ganando y perdiendo intensidad con la evolución de la pandemia. El directivo de la Aeafa establece entre abril y mayo el pico de consultas para materializar el divorcio; entre mayo y junio las preguntas sobre pensiones y compensaciones por estancias más largas de lo previsto en la cuarentena y «en el último mes» la inquietud por contar con un régimen de custodia regulado.

En este último caso «se trata de parejas separadas de hecho que habían establecido cómo cuidar a los niños solo de palabra», según Martínez. Este colectivo «no tiene regulado» el régimen de cuidado de los hijos, por lo que «no tienen donde agarrarse si hay un segundo confinamiento», como añade por su parte Julia Falcó, presidenta de la sección de Familia del Colegio de Abogados de Alicante. «Una de las excepciones en el decreto de confinamiento para salir del domicilio era ir a casa de tu expareja a llevar a los niños. Si no tienes un auto que mostrarle a un agente, puede crearte un problema», explica la matrimonialista alicantina.

Facilitar los cambios

Desde principios de mayo existe un nuevo procedimiento, el Real Decreto 16/20 de 28 de abril, que busca agilizar las modificaciones de medidas de divorcio para facilitar que los padres puedan adaptar las obligaciones económicas con sus hijos a la nueva realidad laboral. «Tiene una vigencia limitada el estado de alarma y tres meses más. Se ha hecho para que los padres puedan modificar la custodia o la pensión de alimentación», explica Falcó. El decreto otorga prioridad a estos asuntos en los juzgados para garantizar su eficacia.

Estas peticiones están «en stand-by», ya que el decreto es anterior a la prórroga de los ERTE. «Aún no hay avalancha, pero la dura realidad vendrá mas tarde», augura Falcó en referencia al cese de las coberturas y a la crisis económica tras el verano.

En cualquier caso, Falcó recalca que el trabajo relacionado con divorcios y separaciones que está entrando en los despachos «es más un repunte que una avalancha».

«Mi clienta no aguanta otra cuarentena con su marido»

«Mi clienta no aguanta otra cuarentena con su marido»El confinamiento ha roto solo las parejas que ya estaban muy desgastadas, según los expertos en separaciones

Septiembre ya ha llegado a muchos hogares. Por una parte, es el septiembre de todos los años, el periodo que registra más divorcios y separaciones junto con el año nuevo.

«La experiencia que tenemos en el despacho es que los divorcios se han precipitado por los roces de la convivencia en parejas que ya estaban mal, como ocurre tras las vacaciones de verano o Navidad. El confinamiento hace que lo de septiembre se haya adelantado un poco», explica Lucía Rumbo, responsable de asuntos de Familia en el bufete Ferrer Pallás de Alicante. Según Rumbo, las consultas telefónicas que se producían conforme se alargaba el estado de alarma se han ido materializando en la reapertura. «En mi experiencia, accionan las parejas que ya estaban rotas y lo tenían claro. Se han terminado de decidir tras la convivencia», apunta la letrada.

«El confinamiento ha servido para que parejas que tenían una profunda crisis terminen de romper, igual que pasa en vacaciones de agosto o Navidad. Tengo una clienta en particular que me ha dicho: 'no aguantaría un segundo confinamiento con mi todavía marido'», añade la presidenta de la sección de Familia del Colegio de Abogados de Alicante. «Las parejas que están bien han resistido», aclara.

Falcó entrevé un perfil de pareja quebrada que da el paso hacia la ruptura. «Es una pareja no muy mayor, entre los 30 y los 40, con hijos pequeños, menores de doce», indica. Martínez, de otro lado, cree que la casuística que maneja es tan amplia que no se puede encontrar unos rasgos principales.

Informarse no es divorciarse

Por otra parte, en las crisis de pareja de la pandemia también influye el temido septiembre de 2020, el momento en que el efecto balsámico del verano y los ERTE desaparecen y entra en juego el batacazo económico. Martínez nota que las consultas para evaluar el divorcio que hubo en el confinamiento no siempre se transforman en una demanda.

«Hay clientes que, ante la situación de incertidumbre, se lo han pensado mejor y se lo han replanteado. Tenían intención de cesar el matrimonio, pero las dudas por la crisis económica influyen», apunta el directivo de la Aeafa. «Divorciarse al final es un cambio más en la vida y mucha gente se lo replantea. Están esperando a ver lo que pasa en septiembre», asegura este abogado matrimonialista valenciano.

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