El plasma de paciente curado ya se usó para tratar a los enfermos de la pandemia de gripe de 1918 y los primeros ensayos hechos para el covid-19 a nivel internacional ponen de manifiesto que puede ser un tratamiento eficaz en la lucha contra la pandemia que nos ha tocado sufrir en pleno siglo XXI.
Por eso, el Centro de Transfusión de la provincia de Alicante está creando una reserva de plasma de pacientes que han pasado la enfermedad en la provincia de Alicante. El número de unidades almacenadas supera ya las 350 para que puedan ser utilizadas por parte de los hospitales de la provincia si finalmente se producen nuevas olas de esta enfermedad infecciosa. El tratamiento es sencillo y económico y consiste en administrar, a través de una transfusión de plasma similar a las que se hacen de sangre, anticuerpos de un paciente que ya ha pasado la enfermedad a otro que no es capaz de generarlos o que todavía no lo ha hecho para que puedan luchar contra el virus. En los últimos meses ya han donado un centenar de personas y de cada extracción, con 650 mililitros de plasma, se preparan dos dosis para servir a los hospitales de la provincia que lo requieran.
«Pueden donar los pacientes menores de 65 años que han superado la enfermedad, están bien de salud y tienen una PCR negativa para garantizar que ya no son portadores del virus», explica Carlos Clavijo, coordinador de Hemodonación en el Centro de Transfusión. Cada paciente pasa además por los habituales controles como donante, para descartar que pueda tener otras enfermedades infecciosas, como la hepatitis o el VIH.
La donación dura en torno a 40 minutos, tiempo que el donante está conectado a una máquina que extrae la sangre y separa su parte líquida o plasma. A través de la misma aguja el paciente vuelve a recibir el resto de componentes de la sangre, junto con suero fisiológico, para que no haya desihidratación. Una vez obtenido el plasma, «se inactiva con azul de metileno, para poder neutralizar cualquier virus desconocido que pudiera haber», señala Mabel Ortiz de Salazar, jefe de servicio del Centro de Transfusión. Después, la muestra se congela rápidamente a menos 25 grados y queda almacenada en las cámaras del Centro de Transfusión con una vida útil de dos años.
En las últimas semanas, el número de donantes ha bajado debido a que hay menos enfermos de coronavirus. Algunos de los más de cien donantes han dado plasma varias veces, mientras que el nivel de anticuerpos en la sangre está en una situación óptima. Y es que en este centro han comprobado cómo este nivel de anticuerpos que protegen del covid-19 «va disminuyendo con el paso de las semanas», señala Clavijo. También se ha comprobado lo que han corroborado ya varios estudios científicos, y es que las personas con grupo sanguíneo A son más propensas a contraer covid-19. «Hasta tres cuartas partes de los donantes pertenecen a este grupo sanguíneo», señala Ortiz de Salazar.
El Hospital de Sant Joan está liderando un ensayo en la Comunidad Valenciana para aplicar el plasma hiperinmune a enfermos de covid. Y aunque de momento aún es pronto para sacar conclusiones, porque solo han sido cinco los pacientes tratados, los resultados son alentadores. Los cinco pacientes mejoraron respecto a su situación previa. En algunos casos, estos enfermos se encontraban en la UCI, en una situación extrema en la que habían fallado todos los tratamientos que se les habían administrado.
El centro sanitario también ha diseñado un protocolo de uso del plasma para toda la Comunidad y el objetivo es poder tratar a personas para poder tener conclusiones sobre su eficacia. Aunque de momento las transfusiones se han hecho en enfermos graves, el objetivo también es poderlo administrar en fases más tempranas de la enfermedad y asociado a otros tratamientos.
