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1.670 docentes más para la organización «anticovid» en Educación

Marzà y Soler anuncian un aumento de la plantilla que supone un récord en la Comunidad con unos 76.000 docentes para el próximo curso

Vicent Marzà y Miguel Soler, ayer, en la primera rueda de prensa sobre el próximo curso. daniel tortajada

Más de 200 millones de euros es la cantidad económica que ha movilizado la Conselleria de Educación para sufragar los cambios que el coronavirus ha obligado a adoptar en colegios e institutos de cara a 2020-21. En concreto, según anunciaron ayer el conseller Vicent Marzà y el secretario autonómico Miguel Soler, la inversión extraordinaria prevista asciende hasta los 207 millones de euros. Gran parte de este dinero llegará de los fondos interterritoriales que las autonomías negociaron con el Gobierno, aunque la conselleria ya ha adelantado algunas partidas.

La mayor inversión se la llevará el aumento de la plantilla docente. La limitación del número de escolares y estudiantes por aula (bien por ser los más pequeños, en grupos de convivencia estable o los mayores, guardando la distancia) aumenta el número de grupos el próximo curso y, por tanto, el profesorado que se requiere para atender al alumnado. Así, Vicent Marzà apuntó que serán 4.374 los docentes que se sumarán a la plantilla ya existente -71.689, según los datos del curso que acaba de finalizar-, por lo que la enseñanza valenciana tendrá en 2020-21 un nuevo récord de profesorado.

Este aumento de los 4.300 docentes en plantilla supone alrededor de un 7% más que en 2019-20 y, según detalló Miguel Soler, el refuerzo se dará sobre todo en Infantil y Primaria. En la provincia de Alicante se incorporará 1.670 enseñantes mas; en la de Castellón, 625; y en la de Valencia, 2.079 docentes. Si bien no se han podido atender todas las peticiones en cuanto a personal, según el conseller «todos los centros tendrán más profesorado que el año pasado, al menos una persona más», tanto en la enseñanza pública como concertada, lo que es el resultado de un estudio que se ha realizado «de forma individualizada» con la directiva de cada centro.

A estos docentes, habrá que sumar los específicos contratados a través del Programa de Actuación para la Mejora (PAM), de apoyo educativo, que ahora tenía unos 3.500 profesionales, por lo que el próximo curso debería haber en las aulas cerca de 76.000 maestros y profesores.

Digitalización de las aulas

Además del profesorado, en esos 207 millones de euros también se incluyen unos 33 para impulsar la digitalización de las aulas. Por un lado, en la adquisición de tabletas y portátiles, que ya se inició durante el confinamiento, cuando la conselleria compró 14.500 dispositivos, a los que ahora añade otros 15.000 (por unos siete millones de euros en total) y otros que sumará a través de un convenio con el Ministerio de Educación.

Según Miguel Soler, con este material se garantizan medios digitales para «todos los alumnos de la pública y concertada a partir de 5º de Primaria» que se quedaron «desconectados» durante el confinamiento por la brecha digital, unos 30.000 según detectaron los docentes. Si no vuelve a haber teledocencia, esos medios se usarán en las clases ordinarias con la ventaja, además, de que pueden transportarse por el centro (pues son tabletas y también portátiles, este último caso para el alumnado más mayor), por lo que se trata de una medida por la covid-19 «que ha venido para quedarse», dice Soler. Por otro lado, se instalará conexión wifi en todos los centros de Secundaria.

Adaptaciones sin obras

En la partida extraordinaria de Educación también se incluyen el gasto en limpieza y desinfección, señalización de los nuevos accesos o compra de casi tres millones de mascarillas reutilizables y más de 86.000 litros de gel hidroalcohólico, por unos 4,6 millones de euros.

Según la conselleria, en la «inmensa mayoría de casos» los centros han podido organizar al alumnado en sus instalaciones, y también han sido pocos los que han tenido que hacer alguna «adaptación arquitectónica» por la covid-19. «No hay grandes obras», apuntó Soler.

Garantizan que en Infantil, Primaria, 1º de ESO y gran parte de 2º las clases podrán ser presenciales

Los cursos de Primaria tienen un canal en la plataforma de videollamada Webex por si arrecia la pandemia

Todos los esfuerzos del sector educativo se centran en garantizar la máxima presencialidad en las aulas a partir de septiembre, idea que se mantiene si la situación entonces es similar a la actual, apuntaron ayer los máximos responsables de Educación, el conseller Vicent Marzà y el secretario autonómico Miguel Soler.

El conseller señaló que la máxima prioridad es «garantizar la salud y seguridad en los centros educativos», «creando espacios saludables y seguros» y que la nueva organización para frenar la covid-19 (grupos «burbuja» hasta 2º de Primaria y distancia y mascarilla en el resto de niveles) se ha ideado teniendo en cuenta las indicaciones de Sanidad, para garantizar la «máxima trazabilidad» en caso de que hubiera un algún positivo en un centro. Tras esto, el segundo objetivo es que haya una enseñanza lo más presencial posible.

No obstante, ambos representantes también reconocieron que se trabaja en «todos los escenarios posibles», por lo que se han mejorado las plataformas digitales. Ahora, cada aula de Primaria tendrá un canal de videoconferencia en Webex (cuando se tenía uno por centro) y en el resto de niveles, uno cada profesor, afirmó Soler.

Con esto se garantiza que, si se diera un nuevo confinamiento (de toda la población o solo de una clase, un colegio o un municipio) y se suspendieran las clases presenciales, el alumnado podría mantener en casa su horario habitual, con una materia cada hora que el profesorado impartiría vía online. Además, también se continua ampliando la capacidad de Aules, otra de las plataformas incluidas en el plan Mulan, y se forma al profesorado a través de los Cefire, detallaron, por lo que, «si llega un momento de crisis, se podría pasar de un modelo a otro sin problemas».

100% en las aulas

Como explicaron Marzà y Soler, todos los centros son capaces de garantizar la presencialidad al 100 % en Infantil, Primaria y 1º de ESO , y en gran parte en 2º de ESO también. Además, muchos institutos también priorizarán 2º de Bachillerato y 4º de ESO. Asimismo, el conseller explicó que en los niveles en los que la presencialidad sea en turnos por falta de espacio, esto supone una oportunidad para una enseñanza «más personalizada y un avance en la adaptación de contenidos», pues los días que fueran a clase serían como mucho 15 alumnos, la mitad de la ratio máxima.

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