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Las carreteras necesitan 420 millones por el deficiente estado del pavimento

La Comunidad Valenciana ocupa un tercer puesto favorable respecto a otras autonomías, según la Asociación de la Carretera

Las carreteras necesitan 420 millones por el deficiente estado del pavimento

La Asociación Española de la Carretera (AEC) califica como «deficiente» el estado de los firmes, la señalización vertical y las barreras de seguridad de las carreteras de la Comunidad Valenciana en su informe de ámbito estatal sobre «Necesidades de Inversión en Conservación», presentado ayer en rueda de prensa.

Para revertir esta situación, la AEC ha asignado a la Comunidad un déficit de 420 millones de euros para conservar el patrimonio viario que recorre el territorio, casi un 6% sobre el total de los casi 7.500 millones que se han estimado como inversión mínima necesaria para todo el trazado español, un 5,7% más que en el año 2017.

En el informe, la AEC evaluó un total de 100.000 kilómetros de las vías gestionadas tanto por el Estado como por las comunidades autónomas y las diputaciones durante el segundo semestre del año 2019. Del total de la superficie analizada, 10.000 kilómetros presentan daños graves en más del 50% del pavimento.

Respecto a las carreteras de la Comunidad, los valores, obtenidos de la media ponderada entre las calificaciones de la Red de Carreteras del Estado y de la Red Autonómica de cada región, son de 164 en el caso de los firmes (a 36 puntos del mínimo aceptable), de 5 en la señalización vertical (en el límite) y de 4,9 en las barreras de seguridad (a 0,1 de los valores aceptables).

No obstante, Elena de la Peña González, subdirectora general técnica de la AEC, destacó ayer en rueda de prensa una cierta «estabilidad» y una situación «positiva», en comparación con la media nacional. Como muestran las gráficas, los parámetros de la Comunidad están por encima de los valores medios estatales.

De hecho, las carreteras de las tres provincias alcanzan niveles aceptables en señalización horizontal y balizamiento y la Comunidad ocupa los primeros puestos favorables en casi todas las estadísticas respecto al resto de autonomías. En el caso de los pavimentos, ocupa el tercer puesto, solo con Extremadura y País Vasco por delante; en el caso de las señalizaciones verticales y horizontales, el segundo y el cuarto puesto; y en el caso de las barreras de seguridad, el tercero.

A pesar de esto, el presidente de la AEC, Juan Francisco Lazcano, hizo hincapié ayer en la necesidad de sensibilizar a los organismos competentes de que el cuidado del patrimonio viario es su «responsabilidad», de crear un «espacio de financiación propio, global y sostenible» y de recurrir a fondos europeos, como las ayudas a la recuperación de la crisis del coronavirus, a los pagos directos o al pago de un peaje.

Preocupación a nivel estatal

Para las vías que son competencia del Estado, los resultados tampoco son positivos. Según este mismo informe, la conservación del pavimento de las carreteras españolas ha recibido la peor estimación desde que se comenzó su estudio. Concretamente, las carreteras estatales han perdido un 7% con respecto a los valores de 2017, mientras que las vías autonómicas solo un 3%. Asimismo, las comunidades autónomas han perdido hasta 84 puntos respecto a los datos de hace 20 años.

«El estado de los firmes es lo que más nos preocupa por la gran necesidad de financiación que requiere», reconoció en la rueda de prensa De la Peña. Además, las cifras son tan elevadas que la subdirectora señaló que si no se realiza un esfuerzo para mantener las infraestructuras viarias españolas, el gasto será cada vez mayor.

Por su parte, Jacobo Díaz, director general de la AEC, también admitió en la rueda de prensa que no se mantienen «optimistas» respecto a la tendencia actual de la inversión necesaria.

El impacto medioambiental

El estudio de la AEC incluye, además, una valoración sobre el efecto del actual estado de las carreteras en el medio ambiente. Según la asociación, se han emitido al menos 25 millones de toneladas más de CO2 a la atmósfera en los últimos diez años.

Para la AEC, este es «parte del precio» que la sociedad española paga como consecuencia del mal estado de la conservación de las carreteras. En su comparecencia Lazcano explicó que, si se revirtiera la situación, las emisiones de CO2 caerían en un 9% para los vehículos ligeros y un 6% para los pesados.

Esta coyuntura tiene como resultado que la movilidad actual por la red de carreteras española no sea «ni segura ni medioambientalmente sostenible», afirmó Lazcano. Así pues, este escenario dificulta el cumplimiento de compromisos 2020-2030 como el EU Green Deal o los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS), sobre todo si, como expuso Díaz, «no se pone el foco en las inversiones en carretera». Entre las alternativas, De la Peña destacó la implantación con «resultados muy positivos» de las carreteras 2+1 por parte de la Generalitat Catalana.

En cuanto al futuro, el presidente de la AEC instó a «aprovechar» la Ley de Movilidad que prepara el Gobierno para desarrollar «un modelo de financiación para la conservación del importante stock de infraestructuras con el que está dotado nuestro país», valorado en 215.000 millones, según la asociación.

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