Los grupos municipales de Compromís y Unidas Podemos reclaman una calle en Alicante para la ecologista asesinada Berta Cáceres. La activista hondureña y defensora del medioambiente y los derechos humanos, Berta Cáceres, fue asesinada en su propio domicilio.

Compromís recuerda que también fue activista por los derechos humanos. La formación explica que Cáceres cofundó el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) para luchar por los derechos del pueblo lenca, la mayor etnia indígena de Honduras. En abril de 2015, esa lucha le valió el Premio Medioambiental Goldman, el máximo reconocimiento mundial para activistas de medio ambiente.

"La defensa de la naturaleza es parte del ADN de Cáceres y está enraizada en la identidad lenca. Fue asesinada el 2 de marzo de 2016 en Honduras, después de años de haber recibido amenazas contra su vida, en pleno proceso de lucha

por la defensa del territorio, frente a la explotación de los recursos naturales de esa zona por parte de una empresa hidroeléctrica", explican en su petición a la Concejalía de Estadística de que se asigne una calle o un espacio público de Alicante con su nombre "para visibilizar la labor de los ambientalistas que pierden la vida asesinados, mayoritariamente en América Latina".

Desde Unidas Podemos añaden que activista hondureña fue líder del pueblo lenca y premio Goldman -considerado el Nobel de la ecología- en el año 2015. Además, es, junto con el brasileño Chico Mendes, uno de los símbolos planetarios de las luchas ambientales.

"Cáceres vivía amenazada, pero nunca se investigaron las 80 denuncias que interpuso contra el proyecto de la presa que la empresa Synohidro y el Banco Mundial impulsaban en el río Gualcarque, un lugar sagrado y vital para su pueblo. Berta Cáceres fue asesinada por un grupo de sicarios mientras dormía en su propia casa", explican.

Para el portavoz municipal, Xavier López, "una calle para Berta Cáceres supondría un homenaje a todas las personas que arriesgan la vida para construir un mundo mejor" y, por ello, ha propuesto “otorgarle el honor de estar presente en el callejero de Alicante como reconocimiento a su lucha y a la de todas las mujeres activistas medioambientales del mundo”.

López ha explicado que “su asesinato tenía como claro objetivo amedrentar a quienes se movilizan por conseguir un mundo mejor, más ecológico" y ha añadido que su lucha "es un símbolo para la lucha global contra el cambio climático" por lo que cree que "el mejor homenaje póstumo que se le puede hacer desde nuestra ciudad es incorporarla al callejero, para que quede constancia y memoria de su existencia”.